El incidente tuvo lugar en 1976 en la localidad de Madera, California. Frederick Newhall Woods, acompañado por otros dos hombres, secuestraron a un grupo de 26 niños que circulaban en un autobús. Los jóvenes y el chofer fueron enterrados vivos, mientras los delincuentes exigieron 5 millones de dólares por el rescate.
Luego de 46 años del episodio, el autor del secuestro con mayor cantidad de víctimas en la historia de Estados Unidos podría gozar de libertad condicional, de acuerdo con una audiencia que se desarrolló el 25 de marzo en la prisión estatal California Men’s Colony.
A Woods se le denegó la libertad en otras 17 ocasiones, según la cadena NBC News
Secuestrados y enterrados
Richard y James Schoenfeld ayudaron a Woods a secuestrar el colectivo en las inmediaciones de Chowchilla (San Francisco). Los 3 secuestradores trasladaron a los niños y al conductor del autobús a Livermore. Allí se los encerró bajo tierra, en un búnker, donde permanecieron 16 horas.
Aparentemente inspirados en el film de Harry el Sucio, los delincuentes amenazaron a las familias e impusieron un rescate de 5 millones de dólares.
Los secuestrados aprovecharon para escapar mientras los 3 hombres dormían. Con posterioridad, se declararon culpables, por lo cual recibieron 27 cadenas perpetuas, sin posibilidad alguna de libertad condicional.
Richard y James: liberados
A pesar de las condenas aplicadas, un tribunal de apelaciones anuló la sentencia y estableció que los acusados debían contar con la posibilidad de recibir la libertad condicional en caso de cumplir con los requisitos dispuestos.
Richard fue liberado en 2012 y James en 2015
Woods es el único que permanece preso, si bien su situación podría cambiar próximamente.
Dos de las víctimas del secuestro, Larry Park y Rebecca Reynolds Dailey, apoyaron la liberación del acusado.
“Creo que has cumplido el tiempo suficiente por el delito que cometiste”, dijo Park durante la audiencia.
Otras voces opinaron lo contrario. Es el caso de Lynda Cerrejo, una de las víctimas, quien aseguró a CNN que le provocaba náuseas pensar que el acusado podría gozar de libertad condicional. “Estoy viviendo toda esa terrible experiencia de nuevo”, confesó.
El 25 de marzo, Woods se disculpó en el contexto de la audiencia y aseguró que siente empatía por las víctimas.
En su testimonio admite haber ejecutado "un acto abominable", según difundió NBC News. “Mi carácter ha cambiado desde entonces. Tenía 24 años. Ahora entiendo totalmente el terror y el trauma que causé. Asumo la responsabilidad de ese acto abominable”, reconoce.
La Junta debe evaluar si el expediente avanza a la Oficina del gobernador, quien decidirá si Woods, el secuestrador de niños, recibirá la libertad condicional.
CA / ED