El presidente de Bolivia, Evo Morales, se unió este lunes a una marcha de campesinos que avanzaba hacia la ciudad de La Paz en defensa de la nueva Constitución, cuya aprobación provocó disturbios durante el fin de semana en Sucre con un saldo de cuatro muertos y varios heridos.
Morales se unió sopresivamente a la caminata de cocaleros, obreros y campesinos ligados a su gobierno -que recorrió durante siete días casi 200 km del altiplano- en la población de Ventilla, a 20 km de La Paz.
Otras columnas de campesinos y trabajadores confluían también hasta La Paz desde diversos lugares, especialmente de las zonas de Río Abajo y los Yungas, valles agrícolas subtropicales donde se cultiva coca.
La marcha se inició hace una semana en la población de Caracollo, a 193 kilómetros de la sede de gobierno, y en el camino se unieron otros sectores sociales que llevaron el número de sus participantes a unas 4.000 personas.
Entre los principales objetivos del movimiento está el pago de la renta Dignidad, que consiste en un bono de 200 bolivianos (25,8 dólares) mensuales a personas mayores de 60 años, y el apoyo a la nueva Constitución aprobada en líneas generales por la Asamblea Constituyente el fin de semana.
Fuente: AFP.
