Por sus polémicas cacerías en África, el rey de España fue despojado de la presidencia honorífica de la fundación conservacionista WWF (www.wwf.es), una de las organizaciones más prestigiosas del mundo y que más esfuerzos y recursos dedica a la conservación de especies en peligro de extinción. Así lo decidió una asamblea extraordinaria de miembros de esta ONG, en la que por amplia mayoría (226 votos a favor y 13 en contra) se decidió eliminar de sus estatutos el cargo de Presidente de Honor, ostentado por Juan Carlos de Borbón desde 1968.
La decisión se tomó tres meses después de que el rey se rompiera una cadera en una cacería de elefantes que, por supuesto, no fue la única en la que participó en los últimos años. La polémica se vio aumentada porque el operador "Rann Safaris" publicó en su página web una foto del rey español, quien, orgulloso, posa con un elefante muerto en Botswana en 2006, y otra en la que aparece con dos búfalos, también muertos. "Aunque ese tipo de caza es legal y está regulada, ha sido considerada incompatible, por muchos de sus socios, con la Presidencia de Honor de una organización internacional como WWF de defensa de la naturaleza y el medio ambiente", alega el comunicado de la WWF.
En un gesto inédito, el rey pidió disculpas públicamente, pero la mancha ya no podía borrarse, especialmente porque disfrutaba en secreto este tipo de viajes al tiempo que reconocía públicamente que el desempleo "le quitaba el sueño”. Para entonces, una campaña bajo consiguió 50.000 firmas en un mes para destituir al rey, y hasta la actriz Brigitte Bardot -que preside una organización a favor de la vida animal- se despachó públicamente del rey: "Es indecente, repugnante e indigno de una persona de su rango. No vale más que los cazadores furtivos que destruyen la naturaleza. Es la vergüenza de España".
El secretario general de WWF España, Juan Carlos del Olmo, recordó que el rey jugó un papel muy relevante durante los primeros años de la organización, que fue fundada en 1968 bajo el nombre de Adena, y que contribuyó a que se crearan los primeros espacios protegidos y algunos parques nacionales. Sin embargo, la decisión se toma por la presión de gran parte de los 35.000 socios españoles que tiene esta fundación y de las filiales de otros países, especialmente porque el cargo que ocupaba hasta ahora el rey Juan Carlos que se contradice con sus actividades privadas.
Aunque los elefantes constituyen una especie en peligro de extinción, los convenios establecen excepciones y permiten cuotas anuales de cacería en diferentes países, 4 de ellos en África. En Botswana, puntualmente, se viene manejando adecuadamente sus reservas naturales, y la población de elefantes consta de 130 mil ejemplares. Sin embargo, si su número continúa aumentando, podrían surgir problemas económicos y ambientales para el total de la fauna y la población humana, por lo que no está prohibido este tipo de caza de estilo deportiva. Así, se pueden cazar elefantes con un pago previo de entre € 7.000 y 20.000 por ejemplar, y, la empresa Rann Safaris (cuyo dueño es amigo del rey) organiza cacerías de 14 días por € 45.000.
(*) Especial para Perfil.com