Así lo confirmaron este jueves a la agencia de noticias DyN fuentes del Consulado argentino en Lima, que señalaron que "no hubo denuncia oficial ante la Policía de un secuestro y ni siquiera había reservas a nombre de turistas argentinas" en hoteles del lujoso barrio de Miraflores, a donde, según el taxista, se dirigía la mujer presuntamente secuestrada.
Al parecer, el taxista Miguel Angel Ramírez Hernández, de 23 años, debía devolver el vehículo que alquila para trabajar a las 19 horas del martes 13, pero se demoró y recién lo entregó pasadas las 21, por lo que inventó la historia de un secuestro, según se pudo establecer.
Dijo que en momentos en que transportaba a una turista argentina desde el Aeropuerto Jorge Chávez, de Lima, a un conocido hotel en el lujoso barrio de Miraflores, el vehículo fue interceptado por una camioneta negra de la que descendieron dos hombres armados y se llevaron a la mujer. Según la descripción que brindó a la policía, la mujer tenía unos 35 años y los supuestos secuestradores eran dos hombres armados que cubrían sus rostros con capuchas.
Siempre de acuerdo a su relato, los hombres se llevaron a la mujer, por lo que concurrió a la comisaría del barrio de Miraflores para contar lo sucedido. Sin embargo, a poco de comenzar la entrevista los efectivos descubrieron "inconsistencias" en el relato. El jueves a la mañana, casi 48 horas después del comienzo del presunto secuestro, fuentes de la comisaría de Miraflores reportaron que "el hecho habría sido un invento del conductor" para justificar la demora al devolver el automóvil que alquilaba para trabajar. El portal en Internet del diario peruano El Comercio consignó que "un comunicado del Ministerio del Interior" de ese país "confirmó la versión" de que fue un "invento" del conductor.
"Hablamos con la sección Inteligencia de la División de Investigación Criminal (DININCRI) de la Policía Nacional y no tienen ninguna denuncia. Sería un invento del taxista", dijeron las fuentes del consulado argentino en Lima.
El relato del taxista no sólo llegó a los medios nacionales peruanos y a agencias internacionales, sino que provocó que el alcalde de Miraflores, Manuel Masías, reclamara a las autoridades policiales "mayor responsabilidad y preocupación para dar seguridad a la población y proteger a los turistas que vienen al país". Antes de conocer la verdad de los hechos, Masías había dicho: "La desaparición de un turista no es un hecho menor, es un hecho grave que atenta contra la seguridad y contra el turismo. Esto no puede pasar desapercibido", había subrayado.
