INTERNACIONAL
CAOS EN BRASILIA

Fernández defendió a Lula da Silva ante "los fantasmas golpistas que la derecha promueve"

"Quiero expresar mi repudio a lo que está sucediendo en Brasilia", dijo el presidente argentino. "Mi incondicional apoyo y el del pueblo argentino a Lula frente a este intento de golpe de Estado que está enfrentando".

Alberto Fernández Lula da Silva
El presidente Alberto Fernández con Luiz Inácio Lula da Silva | AFP

El presidente Alberto Fernández manifestó su apoyo al gobierno de Luiz Inácio Lula da Silva en Brasil después de que miles de seguidores del expresidente Jair Bolsonaro invadieran las sedes del Congreso brasileño, del palacio presidencial y del Tribunal Supremo Federal en Brasilia en el marco de una manifestación contra el nuevo presidente.

"La democracia es el único sistema político que garantiza libertades y nos obliga a respetar el veredicto popular", escribió. "Quienes intentan desoír la voluntad de las mayorías, atentan contra la democracia y merecen no solo la sanción legal que corresponda, sino también el rechazo absoluto de la comunidad internacional".

"Quiero expresar mi repudio a lo que está sucediendo en Brasilia", agregó Fernández en su cuenta de Twitter. "Mi incondicional apoyo y el del pueblo argentino a Lula frente a este intento de golpe de Estado que está enfrentando".

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Brasil

En vivo: bolsonaristas asaltaron sedes de los tres Poderes de Brasil para pedir golpe contra Lula da Silva

El mandatario argentino puso "en alerta" a los países miembros de la CELAC y el Mercosur "para que nos unamos en esta inaceptable reacción antidemocrática que intenta imponerse en Brasil".

"Demostremos con firmeza y unidad nuestra total adhesión al Gobierno elegido democráticamente por los brasileños que encabeza el presidente Lula", puntualizó. "Estamos junto al pueblo brasileño para defender la democracia y no permitir #NuncaMás el regreso de los fantasmas golpistas que la derecha promueve".

Antes que Alberto Fernández, varios líderes políticos de América Latina salieron a respaldar al presidente de Brasil tras el ataque de bolsonaristas contra algunas de las principales instituciones, en un mensaje común que se repite a izquierda y a derecha del espectro político.

El primero en pronunciarse en redes sociales fue el presidente de Colombia, Gustavo Petro, para pedir la aplicación de la Carta Democrática de la Organización de Estados Americanos (OEA). "Es hora urgente de reunión de la OEA si quiere seguir viva como institución y aplicar la carta democrática", ha publicado Petro en su cuenta en Twitter.

"Toda mi solidaridad a (Luiz Inácio) Lula (Da Silva) y al pueblo del Brasil. El fascismo decide dar un golpe. Las derechas no han podido mantener el pacto de la no violencia", remarcó.

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Petro recordó que su Gobierno defendió fortalecer el sistema interamericano de Derechos Humanos aplicando las normas vigentes y ampliando la carta a los derechos de la mujer, ambientales y colectivos "pero la respuesta son golpes parlamentarios o golpes violentos de la extrema derecha".

Por su parte, el presidente de Chile, Gabriel Boric, calificó de "impresentable" el ataque a "los tres poderes" de Brasil, que atribuyó a bolsonaristas. Así, ha ofrecido "todo" el respaldo de Chile "frente a este cobarde y vil ataque a la democracia".

El presidente de Cuba, Miguel Díaz-Canel, condenó "enérgicamente" los actos "violentos y antidemocráticos" en Brasil, ya que entiende que tienen como objetivo "generar caos" e incumplir "la voluntad popular" expresada en las elecciones e 2022, de las que salió derrotado Bolsonaro.

Por su parte, el jefe de Estado de Ecuador, el conservador Guillermo Lasso, se sumó a las críticas contra "las acciones de irrespeto y vandalismo" perpetradas contra "instituciones democráticas", ya que "atentan contra el orden democrático y la seguridad ciudadana".

"Expreso mi respaldo y el de mi Gobierno al régimen de Lula, legalmente constituido", dijo Lasso.

Qué pasa en Brasil

Cientos de simpatizantes del expresidente ultraderechista Jair Bolsonaro invadieron este domingo el Congreso, el Tribunal Supremo y el palacio presidencial de Planalto, sedes de los poderes en Brasilia, causando numerosos destrozos

Los manifestantes protestan contra el regreso al poder del izquierdista Luiz Inácio Lula da Silva, quien derrotó a Bolsonaro en la segunda vuelta el 30 de octubre y fue investido hace una semana como nuevo presidente de Brasil.

Las imágenes mostraron a los alborotadores invadiendo instalaciones del Congreso, pero también llegando hasta el palacio presidencial de Planalto y del Tribunal Supremo -máximo tribunal- de Brasil, ubicados en la misma área donde se concentran los tres poderes del Estado, la denominada Explanada de los Ministerios.

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En lo que se estaba desarrollando rápidamente como un episodio grave de inestabilidad política, las autoridades acordonaron el área alrededor del edificio legislativo en Brasilia. Sin embargo, cientos de partidarios de Bolsonaro que se niegan a aceptar la victoria electoral del izquierdista Lula se abrieron paso, superaron las vallas, subieron por las rampas y se congregaron en el techo del edificio de arquitectura modernista.

"Este absurdo intento de imponer la voluntad por la fuerza no prevalecerá", advirtió el nuevo ministro de Justicia, Flavo Dino, en su cuenta de Twitter. El alto jerarca  agregó que "habrá refuerzos" de las autoridades para reprimir esta invasión.

Alrededor de las 17:00, efectivos de la seguridad del Tribunal Supremo Federal y de fuerzas de choque de la Policía Militar del Distrito Federal lograron recuperar el control de la sede del TSF, tomada por simpatizantes del expresidente Jair Bolsonaro.

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Las impactantes imágenes divulgadas en los medios y las redes recuerdan a la violenta invasión del edificio del Capitolio en Estados Unidos el 6 de enero de 2021 en Washington por parte de los partidarios del entonces presidente republicano Donald Trump, un aliado de Bolsonaro, para impedir la certificación del demócrata Joe Biden como vencedor de las elecciones.

Desde la victoria electoral de Lula da Silva, los seguidores de Bolsonaro acamparon frente a diferentes cuarteles de las Fuerzas Armadas brasileñas para exigir un golpe de Estado para "salvar Brasil" y deponer al nuevo mandatario, vencedor de las elecciones de octubre de 2022.

Las fuerzas de seguridad no disolvieron estas concentraciones tampoco frente al Cuartel General del Ejército en Brasilia, en el centro administrativo de Brasilia, y desde donde este domingo marcharon hasta la Explanada de los Ministerios. 

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El grupo, que defiende tesis golpistas, superó una barrera policial y subió la rampa que da acceso al techo de los edificios de la Cámara de los Diputados y del Senado, y algunos entraron dentro de la sede legislativa, informó la prensa brasileña. 

Los extremistas, en su mayoría con camisetas amarillas y verdes y banderas de Brasil, también atacaron algunos vehículos de la Policía Legislativa, que brinda seguridad al Congreso, y destruyeron barreras de protección y armados con palos enfrentaron a los agentes que intentaron contener, sin éxito, la entrada de los manifestantes.