INTERNACIONAL
A menos de tres semanas de la primera vuelta de las elecciones

Francia: golpes bajos en la campaña presidencial

Los dos candidatos favoritos, la socialista Ségoléne Royal y el conservador Nicolas Sarkozy, están inmersos en una verdadera guerra dialéctica, con pocos antecedentes en la " civilizada" política francesa.

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La candidata socialista a la presidencia de Francia, Sgolne Royal, ofendida por una "broma" de su vocero | AFP

París.- La tensión sube y el nivel del debate retrocede en la campaña presidencial en Francia, donde los dos favoritos, el conservador Nicolas Sarkozy y la socialista Ségoléne Royal, no dudaron en recurrir a los insultos directos a menos de tres semanas de la primera vuelta de las elecciones.

Después de que Sarkozy clamara que su rival estaba de parte de "los golfos" y se quejara de que le hubiera llamado " infame", Royal, invitada el martes por la noche a un programa de televisión, acabó perdiendo los nervios. "Este hombre está dispuesto a todo y a decir cualquier cosa en esta campaña presidencial y no puede ser. Sarkozy miente. ¿Un mentiroso es capaz de ser presidente?", se preguntó la candidata.

Royal explicó que ella había calificado de "infame" la propuesta de su rival de crear un ministerio de la Inmigración e Identidad Nacional y en ningún caso atribuyó el calificativo a su adversario. "Cuando me llama infame, no digo nada y pienso que debe ser el cansancio pasajero. Pero cuando apoya a los golfos no puede pedir que la aplauda", había declarado horas antes Sarkozy refiriéndose a Royal, a la que reprochó además una " cierta forma de histeria".

El candidato conservador, favorito según los sondeos, acusó además a los socialistas de "quiebra moral" y de ponerse de parte de los delincuentes tras el incidente ocurrido la semana pasada en la Estación del Norte de París. En aquel momento, grupos de jóvenes se enfrentaron a la policía tras la detención de un hombre que viajaba sin billete y era, al parecer, un inmigrante clandestino con varias cuentas pendientes con la justicia.

La izquierda criticó la "represión" y la tensión que instauró Sarkozy durante su gestión como ministro de Interior, cargo que ocupó hasta la semana pasada. El candidato de la derecha no dejó pasar estas acusaciones y aseguró que sus rivales estaban "de parte de los golfos que no pagaban su billete de tren".

La líder socialista aconsejó a su rival de "no repetir" este tipo de agresiones verbales. "Soy una mujer serena, que quiere que el debate sea digno y que no responde a los ataques, pero tampoco voy a dejar que se deforme lo que digo o se me insulte. No es forma de hacer política", aseguró Royal Con tono condescendiente.

Sarkozy explicó a su adversaria que "la campaña electoral, en una democracia, consiste en un intercambio de argumentos" y que estaba seguro de "respetar a sus rivales". "No tengo la impresión de haber sido severo con la señora Royal. Simplemente dije que había una quiebra moral y lo pienso. Hay una crisis moral y la izquierda tiene una gran responsabilidad en ella", declaró.

Los portavoces de los dos favoritos en estas elecciones salieron al paso el miércoles en este intercambio de insultos. El portavoz de Royal, Vincent Peillon, aseguró que Sarkozy "era un mentiroso reincidente", mientras uno de los consejeros más cercanos del candidato de la derecha acusó a la socialista de "perder sus nervios y sangre fría".

Esta tensión entre los dos claros aspirantes a disputar la segunda vuelta de las elecciones se produce en un momento en que los sondeos muestran que al menos un 40% de los franceses no sabe todavía con seguridad a quién votará el próximo 22 de abril.

Este enfrentamiento cara a cara de Royal y Sarkozy sirvió para que otros candidatos menores intentaran sacarle partido. El centrista Francois Bayrou, tercero en intenciones de votos, aseguró que será "un presidente capaz de lograr que los franceses vivan juntos" y el líder de la extrema derecha, Jean Marie Le Pen, aseguró sentirse "fortalecido" cuando otros candidatos intentan correr "detrás" de él, citando indirectamente las propuestas de Sarkozy sobre la inmigración.

Fuente: AFP