Desde ciudad del vaticano
“Pronto San Pedro será purificado con tu sangre”. Es uno de los mensajes llegados en cartas anónimas, escritas en árabe perfecto, a la residencia del Papa en Santa Marta,
La alarma es máxima en los servicios secretos vaticanos e italianos por esta ola de amenazas. La mayor preocupación reside en que quien escribe las cartas parece conocer muy bien la agenda privada de Francisco.
La noticia fue una primicia del diario romano Il Tempo, firmada por Luigi Bisignani, un hombre que mostró en el pasado contar con información reservada y relaciones muy influyentes en Roma, dentro y fuera del Vaticano.
“La alerta roja fue dada hace más de un mes, desde que quienes están a cargo de controlar minuciosamente los envoltorios de las cartas destinadas al Papa para averiguar que no contengan explosivos –escribe Bisignani– notaron que día a día llegan más o menos treinta cartas (...) que dicen: ‘Francesco, primero y último’”.
Lo más impresionante, denuncia Il Tempo, es “el conocimiento exacto, en cada una de las cartas, de los hombres y de los compromisos del Papa, de los cardenales de la curia y de los responsables de los principales santuarios y basílicas de Roma y de Italia, con informaciones al día de Francisco”.
Los 007. Doménico Giani, jefe de los servicios secretos vaticanos, dijo: “Son amenazas que piden atención y vigilancia”. El hombre reveló además que en los primeros tiempos, después de la elección del Papa, cuando Bergoglio mostró no querer renunciar al contacto directo con la gente, se redujo al esencial el aparato de vigilancia. A las protestas del jefe de los 007, el Papa contestó con una sonrisa: “Tengo casi 80 años y no voy a cambiar”.
Ahora que aparecieron estas cartas, la cuestión de la seguridad del Papa
volvió a ser un dolor de cabeza enorme no sólo para los aparatos de seguridad sino para toda la intelligence que empezó una lucha contrarreloj para llegar a entender quién es el autor misterioso (ya apodado en Italia “Il Corvo”) de las amenazas, antes que empiece la última fase de preparación del Jubileo del próximo año.
Nada excluye que no se trate de una amenaza islamista, sino de una señal siniestra interna a la curia. Algunos días atrás, hasta el Corriere della Sera, muy cauto en sus denuncias, habló en una nota de
Massimo Franco y la creciente hostilidad a Francisco de buena parte de la curia, que no comparte su pensamiento. “Hay cardenales y obispos –escribe el Corriere– que sostienen no entender las reformas de Francisco. Y avisan que el modelo Buenos Aires no puede ser adoptado para toda la Iglesia”.
Más que un Corvo, adentro de la Santa Sede parece haber una jungla.