El fantasma del 11-S estuvo presente esta tarde en la ciudad estadounidense de Nueva York, después de que un pequeño avión de dos motores Cirrus SR 20 de 2002 se estrellara contra un edificio de departamentos de 50 pisos, ubicado a orillas del East River, en Manhattan, con el saldo trágico de dos muertos.
Luego de que organismos de Estado descartaran cualquier posibilidad de un atentado terrorista, se confirmó que el avión pertenecía a Cory Lidle, un famoso jugador de los Yankees (el equipo de béisbol de Nueva York). Lidle viajaba junto a su instructor de vuelo: ambos murieron tras la colisión.
De acuerdo a autoridades policiales, las víctimas habían despegado del pequeño aeropuerto de Teterboro, de la ciudad vecina de Nueva Jersey. La aeronave, según expertos, contaba con los más avanzados circuitos tecnológicos en materia de aviación.
La hipótesis del accidente quedó confirmada cuando se supo que el cuerpo del piloto del avión era del reconocido lanzador, de 34 años, que antes de estrellarse hizo un contacto de emergencia para comunicar un problema en el abastecimiento de combustible de su avión, informó la agencia alemana DPA.
La policía, luego de horas de confusión, finalmente informó que la cantidad de personas fallecidas fueron dos, aunque aún no se había podido establecer el nombre de la víctima, además de Lidle.
El alcalde de Nueva York, Michael Bloomberg, por su parte dijo que “fuimos afortunados porque el número de muertos no fue mayor. Hemos perdidos a dos seres humano, un hombre y una mujer. Nada sugiere algo remotamente relacionado al terrorismo”. Asimismo “prometió” una completa investigación del caso.
Más de 150 bomberos trabajaron en el lugar y lograron apagar el fuego, que afectó a 3 pisos de los pisos superiores del edificio, ubicado en las calles 72 y York, informó un vocero.
El edificio Belaire se encuentra muy cerca del Rockefeller Center, en el Upper East Side de Manhattan, el barrio más caro de la ciudad. Llamó la atención de muchos de los transeúntes que el edificio seguía la energía eléctrica.
La edificación, de 183 departamentos, fue levantada a fines de los 80 y está cerca del salón de subastas Sothebyïs. Varias de las plantas inferiores están ocupadas por profesionales u oficinas administrativas, así como por familiares de pacientes del Hospital Especial de Cirugía
Varios vecinos fueron testigos del impacto y aseguran que vieron surgir las llamas casi instantáneamente. La policía mantiene cerrada la zona.
Aunque se prohibió volar dentro del rango de una milla del choque, los aeropuertos de la ciudad de Nueva York permanecen abiertos.
Mientras que el NORAD (North American Aerospace Defense Command) había desplegado aviones de guerra sobre varias ciudades norteamericanas como prevención.