INTERNACIONAL

G-20: Cómo disimular la guerra de monedas

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| EFE

Como si quisieran poner “paños fríos” casi todos los 20 líderes reunidos en la capital surcoreana vuelven a sus países y tratan de mantener la unidad, al menos en el discurso. Pero es evidente que hubotensión y prueba de ello ha sido la frialdad de la reunión que tuvo el norteamericano Obama con la alemana Ángela Merkel en dicho foro de las naciones poderosas.

Estados Unidos y otros países se han visto por años resentidos al competir con China, Alemania y Japón, y muchas industrias de todo tipo sufren un juego monetario que las ha dejado casi en la ruina y con cientos de miles de trabajadores en la calle.

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“Por ahora el mundo está afuera de la llamada Guerra de Monedas”, dijo el presidente Lee Muyng de Corea del Sur asegurando que se van a “tomar medidas concretas durante el primer semestre del año entrante” a efectos de paliar las asimetrías entre las potencias.

Estados Unidos ha puesto todo su foco en la devaluación que realiza periódicamente China para adaptar su moneda al dólar y es lógico pues es uno de los países más afectados. Obama lo explicó a su manera: “Hemos acordado que el crecimiento tiene que ser balanceado. Países con importantes déficit tienen que tratar de reducirlos y eso haremos en Estados Unidos”, dijo el presidente (aunque tuvo que dar explicaciones a sus pares por un nuevo paquete de deuda del Tesoro 600 billones de dólares recientemente anunciado).

Luego agregó: “Pero aquellos países que tienen superávit fiscal tienen que salir de esa insalubre dependencia de vivir de las exportaciones, y tienen que crear demanda doméstica. China puede ser un gran mercado para productos de Asia y de todo el mundo, pero es muy importante que China actúe responsablemente frente al problema de su moneda. Ellos tienen su moneda devaluada y gastan dinerales interviniendo el mercado en ese sentido”.

Otro líder que hizo declaraciones fue el brasileño Lula: “Es mejor dialogar que pelear”. Muchos analistas están viendo el rol del Brasil como un mediador, inclusive con mayor presencia de brasileños que podrían integrar posiciones claves en organismos financieros multilaterales y considerando que Brasil a la par tiene un importante comercio tanto con China como con los Estados Unidos.

Por el lado argentino hubo algunas declaraciones a las agencias informativas y en la red social Twitter. El canciller Timerman mencionó que “no hay que ver el tema de las devaluaciones competitivas como una Guerra sino como un debate”. A la vez comentó que no hubo un “recrudecimiento de posiciones” y abogó por un equilibrio entre los intereses de las partes.

El G-20 se ha convertido entonces en un espacio de catarsis. Habrá que ver que resultados concretos se logran a través de otros organismos como el Fondo Monetario y el Banco Mundial, ante estas asimetrías tan evidentes. Obama por ahora anunció una cumbre en Washington con su par chino para enero del año entrante.

(*) Especial para Perfil.com.