Desde Tel Aviv
A un mes del fin del Operativo Margen Protector, que dejó más de 2.100 palestinos y 71 israelíes muertos, un inusitado clima de paz y tranquilidad se vive en Jerusalén, Tel Aviv y los Territorios Palestinos. Esa normalidad, sin embargo, se quebró esta semana, con el asesinato de Amer Abu Aisheh y Marwan Qawasmeh, dos combatientes de Hamas que, según las Fuerzas Armadas israelíes, serían los autores del secuestro y muerte de los tres jóvenes seminaristas en Cisjordania. La tensión en la zona creció ayer, cuando el presidente Mahmoud Abbas acusó en Naciones Unidas a Israel de “perpetrar un genocidio en Gaza” y sostuvo que los asentamientos “destruyen la opción de los dos Estados”.
Invitado por la organización no gubernamental israelí Fuente Latina, PERFIL recorrió la región y consultó a analistas sobre cuánto durará la tregua. “Eso depende de la capacidad de la Autoridad Palestina de imponer su voluntad sobre Gaza, de la voluntad del primer ministro Benjamin Netanyahu de avanzar en las negociaciones con Abbas y del papel que van a seguir jugando Egipto, Arabia Saudita y Turquía”, explicó a este diario Raanan Rein, vicepresidente de la Universidad de Tel Aviv y miembro de la Academia Argentina de Historia.
Yoav Tenembaum, profesor de Diplomacia de la Universidad de Tel Aviv, cree que las condiciones están dadas para que haya paz. Sin embargo, el académico argentino también plantea dudas respecto al futuro: “Los israelíes, basados en su experiencia nada alentadora con Hamas, son escépticos. La población local, especialmente la que reside cerca de Gaza, teme verse expuesta una vez más a ataques en un futuro cercano”.
Mario Sznajder, profesor de la Universidad Hebrea de Jerusalén, esboza un escenario más optimista: “Paradojalmente, la Operación Margen Protector llevó al gobierno de Netanyahu a la conclusión de que la solución política sería que la Autoridad Palestina se hiciera cargo, administrativa y políticamente, de la Franja de Gaza, en algún tipo de acuerdo con Hamas”.
El asesinato de los dos palestinos en Cisjordania no incidió en las negociaciones indirectas de paz de El Cairo, que se reanudaron este martes. Uno de los acuerdos alcanzados, anunciado por la ONU, fue la reconstrucción de Gaza, que demandará 7.800 millones de dólares –tres veces más que los 2.400 millones gastados por las Fuerzas de Defensa israelíes (IDF) en la ofensiva–. La paz en Medio Oriente necesitará no sólo de dinero, sino de más voluntad y compromisos de ambas partes.