INTERNACIONAL
MEDIO ORIENTE

Grandes potencias intervienen en el conflicto entre Irán y Arabia Saudita

La ejecución del jefe religioso chiita Nimr BagerAl-Nimr alimenta las tensiones entre ambas potenciasen Siria y Yemen. Galería de fotos

Manifestantes indignados incendiaron la embajada saudita.
| AFP

Tras el anuncio del asesinato del dignatario chiita y otras 46 personas condenadas por "terrorismo" en Arabia Saudita, pocas horas después del anuncio del fin del alto el fuego en Yemen, las principales críticas han llegado desde Teherán, donde manifestantes indignados incendiaron la embajada saudita.

Según Jane Kinninmont, del instituto Chatahm House de Londres, la muerte de Al Nimr "contribuirá a la polarización saudo-iraní", debido a que Irán “trata de posicionarse como defensor de los intereses chiitas a nivel mundial".

En este sentido, sostuvo que las autoridades sauditas “verán en la respuesta iraní una validación aparente de su percepción de que Irán se inmiscuye en sus asuntos internos".

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Desde el ascenso al trono del rey Salman en enero de 2015 y la ascendente influencia de su hijo Mohamed, promulgado vicepríncipe heredero y ministro de Defensa, los especialistas concuerdan en que Riad está impulsando una política exterior y militar “más osada”.

“La muerte de Al Nimr contribuirá a la polarización saudo – iraní”, sostuvo Kinninmont.

En marzo, el reino se puso a la cabeza de una coalición arabo-sunita que combate en Yemen a los rebeldes chiitas, acusados de mantener vínculos con Teherán. En este contexto, el conflicto se ha agravado y no parece haber un final cercano.

"Mientras Riad considere que la confrontación con Irán es inevitable, preferirá provocarla mientras los estadounidenses siguen allí e Irán se encuentre en una situación económica y militar poco boyante", explicó François Heisbourg, consejero en la Fundación para la investigación estratégica (FRS) en París.

Para Mahjoob al-Zweiri, profesor de estudios de Oriente Medio en la Universidad de Qatar, la situación “ha cambiado radicalmente” entre Teherán y Riad.

"Irán había apostado en el pasado a una política exterior e interior saudita dubitativa. Pero en el último año, ha adoptado una posición más provocadora frente a Teherán", manifestó.

“Riad preferirá provocar la confrontación mientras Irán se encuentre en una situación económica y militar desfavorable”, afirmó Heisbourg.

En diciembre, Riad encabezó una reunión entre las facciones políticas y grupos armados de la oposición siria que luchan contra el régimen de Bashar al Asad, respaldado por Irán.

Días más tarde, el príncipe Mohamed ben Salman anunció la formación de una "coalición antiterrorista" de 34 países de mayoría sunita, para acallar las críticas según las cuales el mundo musulmán y Riad, como uno de sus líderes, “no ha hecho nada para combatir”.

Para Zweiri, la ejecución de Al Nimr “podría complicar aún más la situación en Siria”.

"Una política proactiva y determinada de Arabia Saudita le dará resultados con Irán y en la región", aseguró Zweiri. La ejecución de Al Nimr se dio tras frustrados intentos de resolver políticamente los conflictos sirio y yemení. Pero para el docente, la tensión provocada por la ejecución del sábado "podría empujar a Teherán a coordinarse más con Moscú y complicar aún más la situación en Siria".

Los iraníes podrían también "prolongar el conflicto en Yemen con el objetivo de agotar a Arabia Saudita, que se enfrenta al hundimiento de los precios del petróleo".