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Atenas
Impulsada por las expectativas de que finalmente el nuevo gobierno de Grecia llegue a un acuerdo con el Eurogrupo en torno a la deuda del país, la Bolsa de Atenas cerró ayer la semana con un alza del 5,61%. Se trata de la primera señal claramente positiva que emana de los mercados desde la asunción del partido de izquierda Syriza.
El hombre del momento en Grecia, el flamante premier Alexis Tsipras, participó de la primera cumbre junto a otros líderes europeos. Durante el encuentro, el primer ministro de Grecia trató de convencer a sus socios de que acepten sus propuestas contra la austeridad.
Al término de la reunión, el líder de Syriza ofreció su primera rueda de prensa en una abarrotada sala en la que insistió de manera reiterada en sus puntos de vista con un tono conciliador. Señaló que Atenas está obligada a cumplir las reglas europeas, “aunque no esté de acuerdo con ellas”. Pero afirmó que también se debe respetar el mandato del pueblo griego para acabar con las políticas de austeridad: “Hay que combinar el respeto a la democracia y el resultado de las elecciones” que le dieron la victoria a su partido.
Tsipras consideró que las conversaciones técnicas que comenzaron ayer entre Atenas y sus socios permitirán allanar el camino para encontrar un acuerdo “mutuamente satisfactorio”. Insistió en varias de sus líneas en la necesidad de ponerle fin al rescate actual instrumentado por la troika (FMI, BCE y UE) una vez que expire el mes para sustituirlo por un acuerdo “puente” hasta que se encuentre un consenso definitivo.
“El memorando de entendimiento (con las exigencias al país a cambio del rescate) ya no existe”, reiteró en varias ocasiones el líder de Syriza, quien también proclamó que “la troika ya no existe”.
De todas maneras, la canciller alemana, Angela Merkel, hizo referencia a la “troika” y aseguró que su primer encuentro en persona con Tsipras fue “amigable”. También señaló que el programa griego sigue en vigor hasta finales de mes y, “si debe prolongarse, espero que la solicitud llegue cuanto antes”.
Por su parte, el presidente francés, François Hollande, se mostró en la línea de Tsipras al asegurar que en los próximos días se discutirá cómo dar respuesta a la situación “en función de las reglas, pero también del mensaje de los ciudadanos griegos en las elecciones”.