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Gritaron “Fora Dilma” en las calles, pero ahora no marcharán

Vem Pra Rua y Movimento Brasil Libre, que impulsaron la caída de Rousseff, no participarán de protestas contra Temer.

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Gente. Las marchas que se realizan piden la renuncia de Temer y la convocatoria a elecciones directas. Los que pidieron que cayera Dilma temen una victoria del PT. | Cedoc Perfil
Los movimientos que apoyaron el impeachment de Dilma Rousseff y presionaron con cientos de marchas a los legisladores revisaron su apoyo inicial a las protestas convocadas para pedir la renuncia del presidente Michel Temer.

El Movimiento Brasil Libre (MBL) revisó inclusive su posición de pedir la renuncia de Temer tras la difusión del audio comprometedor.

“Hay motivos de sobra para investigar a Temer en los audios, pero no son concluyentes”, dijo el coordinador del MBL, Kim Kataguiri, al diario Folha de São Paulo.
“Vamos a suspender la posición a favor de la renuncia hasta que surjan nuevas informaciones”, agregó.

Por su parte, Vem Pra Rua, que el año pasado congregó a cientos de miles de personas en varias ciudades contra Rousseff y el Partido de los Trabajadores (PT), suspendió la convocatoria que había hecho para actos y concentraciones públicas mañana, alegando motivos de seguridad.

Antes de decidir la postergación, el coordinador del movimiento, Rogerio Chequer,  había dicho que su lema sería “Fuera todos los corruptos”, y no sólo la renuncia de Temer.
“La postergación no significa un paso atrás; al contrario, nada debilita nuestra convicción de que todos, sin excepción, más allá del partido al que pertenezcan, deben ser castigados por los crímenes cometidos”, sostuvo un comunicado de Vem Pra Rua.

Según el comunicado, “la decisión fue tomada porque en muchas ciudades no hubo tiempo para planear la seguridad ideal, como siempre sucedió, aun en aquellas marchas que congregaron a más de un millón de personas”.

Precisamente en San Pablo, donde las protestas callejeras suelen ser multitudinarias, la decisión de postergar la marcha fue tomada después de una reunión de los movimientos con la policía militar.

Polvareda. Después de que se conocieron los audios, Carla Zambelli, coordinadora de otro de los grupos muy activos en la presión callejera a favor del impeachment, Nas Ruas, publicó un video en las redes sociales en el que afirmó que es hora de “dejar que baje la polvareda, colococar el pie en el puelo y ver lo que está sucediendo”.

Otro movimiento, Acorda Brasil, que también participó en las manifestaciones contra Dilma, mantuvo su posición de pedir la renuncia de Temer.

En las redes, los coordinadores afirmaron que “es desagradable que sigan diciendo que la grabación no es nada serio. ¿Es tan difícil entender que es apenas una parte de algo mucho más grande? De todos modos, Acorda Brasil no convocó a marchas.

Para analistas, es evidente que los movimientos pro-impeachment temen que una renuncia de Temer se resuelva con elecciones directas que podría ganar Lula da Silva, que hoy encabeza todas las encuestas. Las marchas del año pasado tuvieron una impronta de feroz oposición al PT.

Elecciones directas. Pese a estas deserciones, mañana están convocadas marchas en todo el país, organizadas por el Frente Brasil Popular y el Frente Pueblo Sin Miedo.
Ambas organizaciones nuclean a movimientos sociales, a sindicatos y a partidos de izquierda que, en su momento, criticaron el impeachment de Dilma, al que calificaron como un golpe de Estado.

“Convocamos a todos y todas para construir actos y manifestaciones en todas las capitales de Brasil, y exigir la salida del presidente Michel Temer y la convocatoria a elecciones directas”, afirmó el grupo en un comunicado subido a las redes sociales.

Según estos frentes, “las pruebas divulgadas de corrupción y soborno para callar al ex diputado Eduardo Cunha comprueban lo que hace más de un año afirmamos: que el presidente ilegítimo Michel Temer no tiene ninguna condición de continuar en la presidencia de la República”.

Cunha, ex titular de la Cámara y hoy en la cárcel por corrupción, fue protagonista indirecto del audio que involucró a Temer y, un año atrás, jugó un papel central al iniciar el proceso de impeachment contra Dilma.

“Sólo el voto popular puede resolver esta inmensa crisis política y rescatar la democracia y la credibilidad en la principal institución brasileña.  Cualquier otra salida sería un golpe en el golpe”, concluyen los movimientos sociales.