Ante el temor de una escalada de violencia que termine en una nueva guerra civil, el gobierno libanés ratificó el proyecto para crear un Tribunal Internacional, para investigar a los autores del atentado que mató al ex primer ministro, Rafic Hariri, el 14 de febrero de 2005, en la ciudad de Beirut, cuando el Líbano aún se encontraba bajo la tutela Siria.
La decisión adoptada por el Gobierno se da en el marco del asesinato del católico ministro de Industria, Pierre Gemayel –sexto funcionario crítico de Siria asesinado en los últimos dos años-, lo que acrecentó las acusaciones contra el país vecino por parte de los líderes de la mayoría parlamentaria
Después de un intento fallido de conciliación iniciada por el gobierno -reducido por la deserción de seis ministros que tienen simpatía con Siria-, se determinó la aprobación del poryecto que contempla un Tribunal Internacional que juzgue a los responsables de la muerte de Hariri
En este contexto, es que los libaneses aliados a Siria –quienes consideran que la aprobación del tribunal es inconstitucional debido a que no cuenta con la aprobación del jefe de Estado, Emile Lahud, otro aliado de Damasco- son sospechosos de tratar de entorpecer el proyecto con el fin de encubrir una eventual implicación de los sirios en el asesinato del ex primer ministro.
El presidente del Parlamento libanés, el prosirio Nabih Berri, cuyo apoyo es esencial para que progresen los planes de crear el tribunal, alertó a los ministros de que no tenían ninguna autoridad para convocar una reunión de emergencia sin la autorización de Lahud, según informó AFP.
Debilitado, el primer ministro libanés Fouad Siniora respondió entonces a la oposición con una oferta de aplazar por unos días la reunión, pero pidió que tanto Hezbolá como Amal -ambos chiitas- dieran muestras de "voluntad genuina" para avanzar en la ratificación del tribunal.
"Ya que Hezbolá y Amal indicaron de manera inequívoca que están a favor de la creación de una corte internacional para desenmascarar la verdad sobre el asesinato de Rafic Hariri y otros crímenes, estoy dispuesto a posponer la reunión del gabinete por unos días si hay una voluntad genuina para discutirla", dijo Siniora en un comunicado.
Los seguidores del primer ministro consideran que las dos facciones y su aliado cristiano retiraron a sus ministros del gabinete para boicotear la creación del tribunal internacional y beneficiar así a Siria, país que, según una investigación de la ONU, estuvo implicado en la muerte de Hariri.
Pero ambas facciones insisten en que las dimisiones tenían como objetivo protestar por el fracaso de diálogo para crear un gobierno de unidad nacional que otorgara más influencia a los chiitas.
Amal y Hezbolá emitieron un comunicado en el cual rechazaron los llamados de Siniora a volver a integrar el gabinete, y lo acusaron de incumplir el pacto nacional libanés, un acuerdo no escrito según el cual todos los grupos étnicos y religiosos del país deben estar representados en el gobierno,
El difundido por las dos facciones acrecientan el miedo a la posibilidad de una escalada de violencia, que conlleve en una nueva guerra civil como la ocurrida en el país entre los años 1975 y 1991.