Si usted forma parte de los miembros del público invitados a asistir a la llegada del príncipe Harry y su prometida Meghan Markle al castillo de Windsor el 19 de mayo, tendrá que llevarse su propia comida y refrigerio. Interrogado por la AFP, el Palacio de Kensington, residencia oficial del príncipe Harry, afirmó que "alentaba a los miembros del público a traerse su propio tentempié, ya que solo se servirán ligeros refrigerios". "Instalarse al sol --si el tiempo acompaña-- consumiendo su propia comida y bebida contribuirá a recrear un ambiente familiar", afirmó la misma fuente del Palacio.
Un total de 2.640 personas fueron invitadas a los jardines del castillo de Windsor, en el oeste de Londres, para asistir a la llegada del príncipe Harry , su prometida y sus invitados, así como al paseo en carroza después de la ceremonia. Entre los invitados figuran "1.200 miembros del público", de edades diferentes, procedentes de todo Reino Unido.
Entre ellos estará Amelia Thompson, de 12 años, una superviviente del atentado suicida contra una sala de conciertos de Mánchester en mayo de 2017. Otro invitado será Philip Gillespie, veterano del ejército británico de 30 años que perdió su pierna derecha en una explosión cuando estaba de misión en Afganistán. Saeed Atcha, cuya asociación ayuda a la formación de los jóvenes, declaró al diario The Guardian que ciertas personas desfavorecidas que conocía se habían quedado boquiabiertas cuando se enteraron de que hay que llevarse la comida. Se preguntan cómo es posible que "ellos (la familia real) tengan tanto dinero y tengamos que aportar nuestro propio refrigerio", dijo. "Pienso lo mismo. Es incomprensible".
Además del público, 200 miembros de organizaciones caritativas apoyadas por los prometidos, 610 personas de la comunidad local de Windsor, un centenar de alumnos de las escuelas de los alrededores y 530 empleados de la Casa Real también están invitados en el parque del castillo. El Palacio Real anunció que otras 600 personas fueron invitadas a la ceremonia de boda, que se celebrará en la capilla de San Jorge, así como al almuerzo de recepción ofrecido por la reina Isabel II en el castillo. Tendrán más suerte: ellos no deberán llevarse la comida.