La muerte de otro dirigente político opositor en una cárcel provocó una nueva arremetida del gobierno de Estados Unidos en contra del presidente de Venezuela, Nicolás Maduro. Alfredo Díaz, de 55 años y ex gobernador de Nueva Esparta, que falleció el viernes en prisión donde se lo había procesado por "terrorismo" y también por "instigación al odio", derivó en una andanada de publicaciones, sobre todo en la red social X, en la que se volvió a cuestionar la política de derechos humanos que lleva adelante el régimen venezolano.
El Departamento de Estado de Donald Trump publicó en su cuenta de la Oficina de Asuntos del Hemisferio Occidental que "la muerte del prisionero político venezolano Alfredo Díaz, quien fue detenido arbitrariamente en el centro de tortura de Maduro, El Helicoide, es otro recordatorio de la vil naturaleza del régimen criminal de Maduro".
Díaz era miembro del partido Voluntad Popular que confirmó su deceso mediante un comunicaco "víctima de un infarto fulminante mientras se encontraba detenido injustamente. Murió siendo inocente, bajo la responsabilidad absoluta del Estado venezolano, en una celda que jamás debió conocer”.
“Su muerte es una tragedia doble: Alfredo partió sin poder despedirse de su madre, quien falleció mientras él estaba secuestrado por la dictadura. Él y su familia cargaron un dolor inmenso que hoy se multiplica con esta pérdida irreparable”, agregaron.
“Esto no es un hecho aislado. Es la consecuencia directa de un sistema que persigue, encarcela y destruye vidas para sostenerse en el poder. Alfredo Díaz murió sin libertad, sin justicia y sin garantías mínimas, en una cárcel donde el régimen decide quién vive y quién muere”, aseguraron tras la muerte de Díaz, quien había sido encarcelado el 28 de julio de 2024 después de las elecciones que se hicieron en su país.
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También la ONG venezolana Foro Penal se ocupó de denunciar la muerte del dirigente opositor bajo custodia del Estado, luego de estar "más de un año preso y aislado", según declaró su director, Alfredo Romero.
En X Romero publicó: “Alfredo Díaz, ex-gobernador de Nueva Esparta. Otro preso político que muere en cárceles venezolanas. Llevaba un año preso, aislado. Sólo permitieron una visita de su hija. Tenía 55 años. Es indignante! El Estado es responsable de la salud de la persona bajo su custodia”.
Otro representante de la oposición, Edmundo González Urrutia, quien según los datos certificados por el Centro Carter ganó las elecciones del año pasado -en las que Maduro se proclamó vencedor pero sin mostrar los datos que así lo certificasen- y que actualmente permanece exiliado en Madrid también también lamentó el trágico desenlace del ex gobernador.
“No es un fallecimiento común. Es un crimen bajo la responsabilidad del régimen. Su integridad y su vida eran responsabilidad exclusiva de quienes lo mantenían arbitrariamente secuestrado en la sede del SEBIN, en el Helicoide, que ha sido ampliamente denunciada por organismos internacionales como un centro sistemático de torturas y otras violaciones de los derechos humanos”, expresó el comunicado que emitieron González Urrutia y la Nobel de la Paz, María Corina Machado.
Con la muerte de Díaz suman 8 los dirigentes políticos que murieron en la cárcel desde que se realizaron los comicios en julio de 2024, en los que muchos países desconocieron los resultados por la falta de transparencia y las denuncias de fraude. En esa lista también figuran Edwin Santos, Jesús Martínez, Lindomar Amaro, Jesús Rafael Alvarez, Osgual González, Reinaldo Araujo y Jonathan Rodríguez.
El gobierno de Maduro, según las denuncias de varios organismos de derechos humanos a nivel mundial, mantiene detenidos al menos a 887 personas acusadas de conspirar contra el oficialismo. Díaz estaba preso en la sede del Servicio Bolivariano de Inteligencia Nacional (Sebin), en El Helicoide, Caracas. El lugar es tachado como un "centro de torturas" por la oposición venezolana y activistas de derechos humanos.