Tim Kaine debutó ayer como candidato a vice de Hillary Clinton, en un mitin en Miami, donde expuso su fluido dominio del español.
“Bienvenidos a nuestro país, porque todos somos americanos”, dijo Kaine dirigiéndose a los inmigrantes.
El senador por Virginia, un católico que en su juventud fue misionero jesuita en Honduras y que se recibió de abogado en Harvard, busca atraer al electorado hispano y, al mismo tiempo, a sectores de la población blanca como los de su estado, donde es una figura muy popular.
Quienes lo cuestionan en el partido subrayan sus vínculos con la industria energética y sus reparos al aborto legal.
Diferencias. Al elegir a Kaine, Clinton apostó más a su experiencia política que a su popularidad, en base a un criterio que, según sus palabras, no siguen sus rivales republicanos.
“Al senador Tim Kaine le interesa mucho más cambiar el mundo que aparecer en la prensa, todo lo que Donald Trump y Mike Pence no son”, dijo Hillary, para quien su compañero de fórmula “está calificado para ocupar ese puesto y liderar desde el primer día. Es un progresista al que le gusta concretar las cosas”.
El acto fue en el estadio de la Universidad Internacional de Florida, donde una multitud sostenía carteles azules con la leyenda “Clinton-Kaine” y gritaba “¡Hillary, Hillary!”.
Al subir al podio, Kaine dijo: “Sé que para muchos de ustedes ésta tal vez sea la primera vez que me escuchan hablar. Y, seamos honestos, para muchos de ustedes es la primera vez que escuchan mi nombre”.
“Soy una de las veinte personas en la historia del país que han trabajado como alcalde, gobernador y senador”, explicó.
De 58 años, Tim Kaine fue alcalde de Richmond (1998-2001), vicegobernador y gobernador de Virginia (2006-2010), presidente del Partido Demócrata (2009-2011) y senador desde 2013.
“Así que he podido presenciar la forma en que funciona el gobierno, y la forma en que no funciona”, dijo Kaine, intercalando palabras en español, como un llamado a respetar los valores “familia y trabajo”.
Todo listo para la convención demócrata
La convención nacional de los demócratas, que comenzará mañana en Filadelfia, contará como personajes clave no sólo a Hillary Clinton sino también, entre otros, a su amigo-rival Barack Obama. La ex “first lady” y candidata a la Casa Blanca estará acompañada por todo el “clan” familiar Clinton, en primer lugar por el ex presidente Bill Clinton. A la “Convention” asistirá por otra parte Bernie Sanders, el rival de Hillary que en las últimas semanas logró, de manera inesperada, complicarle la carrera hacia la presidencia. La idea será dar una imagen de unidad del partido, frente a las protestas y tensiones contra Donald Trump que surgieron durante la convención republicana, esta semana en Cleveland. De todos modos, esta imagen de unidad sufrió el viernes un duro revés, cuando WikiLeaks filtró más de 19 mil correos electrónicos de algunos altos dirigentes demócratas, entre ellos varios que sugerían esfuerzos por obstaculizar la campaña de Sanders, que durante las primarias cuestionó a la dirección del partido.
Durante los cuatro días del cónclave demócrata desfilarán por el escenario Michelle y Barack Obama, Sanders, Bill Clinton, el vicepresidente, Joe Biden, y Chelsea, la hija de Hillary y Bill, que cerrará la convención junto a su madre.