Hyderaba, India - Dos explosiones casi simultáneas se cobraron ayer 42 vidas y causaron al menos 50 heridos en la sureña ciudad india de Hyderabad, y aunque nadie se adjudicó el ataque, se descuenta que fue obra de algún grupo terrorista.
Una de las explosiones tuvo lugar en el auditorio de un parque donde se desarrollaba un espectáculo láser y la otra se produjo, aproxidamente al mismo momento, en un restaurante al aire libre situado en otra zona de la ciudad.
Según el secretario de Estado federal del ministerio del Interior, Sriprakash Jaiswal, estas explosiones son obra "de un grupo terrorista (...) cuyo objetivo es destruir la unidad del país y que sin duda está implicado en las explosiones de Hyderabad".
Esta capital del sureño estado de Andhra Pradesh, poblado por 6,5 millones de habitantes, de los cuales el 38% es de confesión musulmana, es conocida por ser un lugar en el que los incidentes interreligiosos pueden estallar en
cualquier momento.
En mayo pasado, once personas murieron al estallar una bomba en la mezquita de Hyderabad, del siglo XVII, sin que por ahora la policía detuviera a nadie. El sábado, tras las explosiones, el primer ministro del estado de Andhra Pradesh, donde está la ciudad, Y.S. Rajshekhar Reddy, llamó a la población "a mantener la calma" y adelantó que se trataba del resultado de una "actividad terrorista".
Poco después de los ataques, la policía evacuó las dos zonas. Luego se decretó "la alerta roja" en toda la ciudad, explicó un portavoz de Reddy.
El auditorio estaba atestado en el momento de la explosión, con unas 500 personas en su interior. La potencia de las deflagraciones dejó cuerpos despedazados sobre el suelo, cubierto por ropa y zapatos de los desdichados espectadores. Además los heridos yacían sobre charcos de sangre.
Algunos de los heridos eran trasladados a los hospitales en motocicletas, según imágenes transmitidas por televisión.
"Estábamos de pie en primera fila (del auditorio) cuando (...) la gente empezó a huir; algunos estaban ensangrentados", contó un guarda de seguridad.
El primer ministro indio, Manmohan Singh, condenó inmediatamente los dos ataques, según la agencia oficial Press Trust of India (PTI). El ministro federal del Interior, Shivraj Patil, adelantó que viajaría el domingo a Hyderabad. Hace unos diez días, mientras India celebraba el 60 aniversario de su independencia, las autoridades subieron el nivel de seguridad a raíz de nuevas amenazas de Al Qaida y de rebeldes separatistas.
En esas fechas, los responsables policiales ya admitieron que se tomaban muy en serio dichas amenazas. Desde hace algo más de un año, IIndia es golpeada por atentados con un intervalo aproximado de tres meses entre uno y otro.
Fuente: AFP