Quince personas murieron y 35 resultaron heridas este viernes en la explosión de una bomba en un mercado de animales del centro de Bagdad, según un balance que revelaron los servicios de seguridad. Este mercado, cercano a la alcaldía de Bagdad, es conocido por sus pájaros raros y exóticos, sus palomas mensajeras y también sus serpientes, arañas e insectos venenosos.
El semana finaliza con un saldo aterrador: 150 personas fueron asesinadas esta semana en Bagdad. Esta nueva oleada de violencia se produce cuando las autoridades iraquíes y el ejército norteamericano se preparan para lanzar en las próximas semanas un nuevo plan de seguridad, destinado a restablecer el orden en la capital.
A esta cifra se suman los cuarenta cadáveres con señales de tortura y "algunos con un tiro en la cabeza", que han aparecido en distintos barrios de Bagdad en las últimas 24 horas, informaron hoy a EFE fuentes policiales.
Un portavoz policial explicó que los cuerpos corresponden a varones con edades comprendidas entre los 18 y los 50 años.
Añadió que todos fueron trasladados al Depósito de Cadáveres de Bagdad para que los forenses puedan identificarlos antes de entregarlos a sus familiares.
Los cuerpos de seis personas que murieron a raíz de disparos también fueron descubiertos esta mañana, en el barrio céntrico de Allaui, sobre la ribera oeste del Tigris, cerca de la calle Haifa donde soldados iraquíes y estadounidenses se enfrentaron el miércoles con insurgentes.
El jueves, 31 personas murieron y más de 60 fueron heridas en un atentado suicida con un coche bomba en el barrio de Karrada, ubicado en el centro de Bagdad, según un nuevo balance suministrado por la misma fuente.
Más de 16.800 civiles han muerto de manera violenta en Bagdad en 2006, según las Naciones Unidas.
Hoy, el diario The Washington Post informó que las fuerzas militares estadounidenses tienen permiso para capturar o matar a agentes iraníes que operen dentro de Irak.
Citando a funcionarios de gobierno con "conocimiento directo" sobre el tema, el periódico indicó que el presidente George W. Bush ordenó una acción agresiva para combatir la influencia iraní en Irak. Por ello, a mediados de 2006 se le concedió a las tropas autoridad para poner en práctica una acción dura contra elementos iraníes operativos en el vecino país.
Antes de que rigiera esta política dura, decenas de agentes iraníes fueron capturados por las fuerzas estadounidenses en Irak, pero en su mayoría fueron liberados al cabo de algunos días de detención y luego de que se reunieran los datos biométricos pertinentes, agregó el diario.
Se sospecha que estos agentes iraníes están involucrados en entrenamiento y provisión de armamento a las milicias chiitas iraquíes. Se estima que no han asumido un papel directo en los ataques contra las fuerzas de coalición que encabeza Estados Unidos.
Fuente: Télam y DPA.