—Esta semana, el gobierno de Estados Unidos denunció que Irán organizó y financió un complot internacional que incluye atentados terroristas en las embajadas de Arabia Saudita y de Israel en Washington. ¿Cuál es su respuesta?
—La presentación del tema fue tan absurda que ya no sé qué decir, pero como ellos lo plantearon tendré que responderlo. Nosotros tenemos un refrán en Irán que dice: “Damos gracias a Dios por tener enemigos tan estúpidos”. En este caso hay que decir lo mismo: esta coartada armada fue tan mal presentada, que ni siquiera ellos mismos lo pueden creer. La persona que ellos dicen que está en contacto con Irán es un norteamericano que también tiene pasaporte iraní y que ha tenido problemas con la Justicia estadounidense. En 2001 estuvo arrestado por estafa, en 2004 tuvo que ser detenido nuevamente por falsificar permisos de conducir, tuvo peleas con mujeres, participó de ventas no muy claras de coches y estaba en contacto con narcos mexicanos, que eran agentes de la DEA. Por otro lado, dicen que este señor se había vinculado con un iraní al que aún no hemos podido localizar, ya que el nombre que dieron es un nombre muy común, como si tuviéramos que buscar en la Argentina a un José Pérez. Por otra parte, sostienen otra cosa que tampoco encaja: dicen que este señor, que supuestamente estaba en Irán, le mandó al otro dos giros bancarios, primero a Estados Unidos y después a México. Dos giros por un valor total de cien mil dólares. Pero, por razones del embargo que impuso Estados Unidos a Irán, es imposible que cualquier iraní pueda enviar dólares a los Estados Unidos. Por lo tanto, y gracias a Dios, este aparente complot se está cayendo por sí mismo. Todo el mundo se da cuenta de que las pruebas que muestran no se sustentan, porque en realidad no hay pruebas.
—¿Usted considera que Estados Unidos basó todas sus denuncias en mentiras?
—Estados Unidos muchas veces en la historia se basó en mentiras para poder realizar crímenes contra la humanidad. No olvidamos que hace casi diez años el señor Colin Powell apareció en las Naciones Unidas con documentos que, aparentemente, eran veraces, para decir que Saddam Hussein había desarrollado armas de destrucción masiva en Irak y que Estados Unidos tenía que atacarlo para prevenir una desgracia en el mundo, porque estaban en contacto con el terrorismo internacional. Es exactamente lo mismo que ahora observamos con esta denuncia que han armado en contra de Irán. El resultado que tuvieron en Irak fue destruir un país, matar a más de un millón de personas y poner en peligro a todo Medio Oriente. De ese modo, terminaron fortaleciendo más al terrorismo internacional, que fue creado por ellos mismos y financiado e instruido por ellos mismos. Al Qaeda es un producto de la colaboración de Estados Unidos. Hace poco nos dijeron que había muerto Osama bin Laden, pero sólo mostraron una foto de (Barack) Obama, Hillary Clinton y todo el staff de seguridad en una habitación mirando hacia una pantalla que nadie sabía qué contenía. Al día siguiente, informaron que habían matado a la persona por la que habían asesinado a miles y miles en Pakistán, Afganistán e Irak. Esa persona, que fue la razón de dos guerras, y aparentemente murió sin que nadie haya visto su cuerpo. Dijeron que, por razones humanitarias, lo arrojaron al mar. ¿Por qué no lo mostraron? ¿No será que esa persona ya había muerto uno años antes pero no lo dijeron para tener la excusa de atacarlo y así poder matar a muchos otros? ¿Cuántas veces tienen que mentir para que nos demos cuenta de que son mentirosos?
—¿Usted no cree que Bin Laden haya muerto tal como lo informó Estados Unidos?
—Lo que yo pregunto es por qué no lo demostraron. Cuando murió el Che Guevara, lo mostraron para que todos los fotógrafos del mundo lo vieran, porque lo consideraban un enemigo de Estados Unidos.
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