INTERNACIONAL
dura respuesta

Israel prepara un boicot en represalia a la condena de la ONU

Netanyahu llamó a consulta a sus embajadores y canceló cumbres bilaterales. Proponen no cooperar ni vender tecnología a países que votaron en su contra.

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Halcon. El premier Benjamin Netanyahu participó ayer de un acto de graduación de oficiales de la Fuerza Aérea. Dijo que Israel no pondrá la otra mejilla y que EE.UU. tuvo una postura sesgada. | AFP
Los halcones del gobierno de Benjamin Netanyahu, enfurecidos por la resolución de la ONU que condenó los asentamientos israelíes en Cisjordania y Jerusalén Este, planean una dura represalia diplomática contra los países que votaron en su contra. Esa medida incluyó llamar a consultas a sus embajadores en Nueva Zelanda y Senegal; congelar la asistencia económica a agencias de Naciones Unidas y aquella nación africana; y también un boicot económico y político, según confirmaron diplomáticos israelíes. El Ejecutivo canceló reuniones ministeriales que tenía agendadas con algunos de los doce países que votaron en su contra y cuestionó con dureza al presidente Barack Obama y al secretario de Estado John Kerry, por no vetar el texto de la discordia.

El polémico boicot propone no vender productos tecnológicos y de defensa a los integrantes del Consejo de Seguridad que le dieron la espalda. Quien lo explicitó públicamente fue el argentino Dani Dayan, cónsul general israelí en Nueva York. “La era en la que los países se beneficiaban del know how israelí en tecnología y seguridad se terminó”, afirmó el diplomático israelí, que vivió hasta los 15 años en Buenos Aires. Sus palabras encendieron un fuerte debate en Israel, donde el 50% de sus exportaciones industriales provienen de empresas tecnológicas. “Esa no es una declaración que haya recibido muchos aplausos aquí. Este es un país que produce tecnología avanzada y de punta, que luego vende al resto del mundo”, explicó a PERFIL Herzl Inbar, ex embajador en España.

Otro diplomático israelí en actividad confirmó a este diario el boicot en marcha. “Israel no congeló las relaciones con ningún país. Hay medidas diplomáticas que hemos tomado, como llamar a dos embajadores a consultas y cancelar unas visitas oficiales. También hemos decidido que la cooperación que tenemos con algunos países –que tiene que ver con tecnología israelí– no será gratis. Si un país elige votar en contra de lo que consideramos nuestra seguridad nacional, no tendremos que seguir ayudándolo con nuestra tecnología”, afirmó.

Antecedentes. La medida no deja de ser polémica. Por años, Israel sufrió las consecuencias del Movimiento Boicot, Desinversión y Sanciones (BDS), una campaña orquestada por organizaciones palestinas y la Liga Arabe. El objetivo en 1948 apuntaba a impedir el crecimiento y desarrollo económico del recién creado Estado, pero mutó con el paso del tiempo y desde 2005 fue un método de denuncia del muro y de la ocupación israelí en territorios palestinos.

La dura respuesta de Netanyahu apunta en un doble sentido: en el plano doméstico, le permite presentarse como un férreo defensor de los colonos y de la seguridad nacional; mientras que en la escena internacional se enfrenta a Barack Obama, a la espera de restablecer el vínculo con Washington tras la asunción de Donald Trump.

Aún es incierto hasta dónde llegará la ofensiva israelí. “Creo que pasado un tiempo las cosas tienen que asentarse. Ningún país puede desconectarse del mundo. Muchos de esos países tienen relaciones muy estrechas e históricas con Israel”, agregó Inbar.
Tras la condena en la ONU, Israel contraatacó con audaces medidas diplomáticas.