Agencias
El secretario de Estado norteamericano, John Kerry, llegó ayer a Egipto para relanzar una vieja alianza estratégica, iniciando una gira regional en la que deberá también calmar los ánimos de los países del Golfo sobre el acuerdo nuclear con Irán.
Kerry, cuya gira durará hasta el 8 de agosto, no pasará por Israel, uno de los mayores aliados de Washington en la región y, a la vez, uno de los críticos más acérrimos del acuerdo sobre el programa nuclear iraní que cerraron las grandes potencias con Teherán el mes pasado.
El secretario de Estado se reunirá hoy con el canciller egipcio, Sameh Shukri, para mantener un “diálogo estratégico” entre los dos aliados, que mantienen relaciones tumultuosas.
Estados Unidos retomó en marzo su asistencia militar de 1.300 millones de dólares anuales para El Cairo, una ayuda que había suspendido a raíz del golpe de Estado que derrocó al presidente islamista Mohamed Mursi en 2013.
El diálogo entre responsables de ambos países es el primero desde 2009, y se produce justo después de que Wa-shington anunciara la entrega de ocho cazas F-16 a Egipto.
Golfo. De Egipto, Kerry seguirá mañana a Doha, donde se reunirá con sus homólogos de Arabia Saudita, Bahrein, Emiratos Arabes Unidos, Kuwait, Omán y Qatar, para intentar disipar sus temores respecto del acuerdo sobre el programa nuclear iraní.
Las potencias sunitas del Golfo desconfían de las ambiciones regionales de Irán, el gran rival chiita, aunque Arabia Saudita respaldó oficialmente el acuerdo.
El jefe de la diplomacia estadounidense “intentará responder a todas las preguntas que le puedan plantear los ministros con la finalidad de satisfacerlos y así apoyen nuestros esfuerzos”, dijo uno de los diplomáticos que acompañan a Kerry.
Kerry también se reunirá con su homólogo ruso, Serguei Lavrov, para abordar, entre otros temas, la situación en Siria.
De Doha, Kerry viajará a Singapur, Malasia y Vietnam, que integran la Asean (Asociación de Naciones del Sudeste Asiático), aliada de Washington ante las ambiciones regionales de China.