“Estados Unidos está preocupado porque ve peligrar su control en casi toda Sudamérica; es una región que está girando hacia una nueva forma de integración e independencia. Es un proceso lento, pero está sucediendo. Sudamérica está saliendo de la línea de control de Estados Unidos, y esto es algo que no les gusta ni al gobierno ni a las corporaciones estadounidenses”, dijo a Perfil Noam C homksy desde su oficina en el Massachussets Institute of Tecnology (MIT).
Hijo de un inmigrante ruso, Avram Noam Chomsky nació en Filadelfia en 1928. En 1955 se doctoró en filosofía y lingüística en la Universidad de Pensilvania, y más tarde se convirtió en una de las personalidades más destacadas de la lingüística del siglo pasado: con sólo 25 años revolucionó esa ciencia cuando modificó los patrones que tenía hasta entonces. Pero su verdadero reconocimiento internacional llegaría asociado a su activismo social y su incansable cuestionamiento de la política exterior norteamericana, cruzada que inició a fines de los `60, cuando se opuso a la Guerra de Vietnam.
—La reciente visita de George Bush a América latina pareció un intento tardío de Estados Unidos de acercarse a la región, ¿por qué este repentino interés?
—En Sudamérica hay avances optimistas de integración, son países que han sido intencionalmente divididos desde la época colonial y que ahora están dando con pasos agigantados para revertir esa situación. Esto es algo que no le agrada a ciertos sectores de Estados Unidos, y la mejor manera de manejar ese disgusto del gobierno y también de la prensa estadounidense es establecer nuevas diferencias entre una buena y una mala izquierda. En su gira, Bush trató de demostrar que privilegiaba a una de esas dos izquierdas.
—Algunos analistas locales y hasta representantes de los movimientos sociales coinciden con esa tesis de dos izquierdas.
—Esa teoría parte del gobierno estadounidense, es la línea oficial que ellos tienen, y por supuesto que la propaganda de Estados Unidos tiene mucha influencia en Latinoamérica por razones históricas y económicas . La buena izquierda sería Lula (da Silva), tal vez (Michelle) Bachelet y (Alan) García, mientras que la mala sería (Hugo) Chávez, tal vez (Néstor) Kirchner y (Rafael) Correa. Es cierto que hay algunas diferencias en sus políticas, pero es una división artificial porque están cooperando y tratando de articular sus programas.
—En la última Asamblea de las Naciones Unidas, Chávez recomendó su obra a los estadounidenses. ¿El presidente venezolano es su mejor alumno?
—Siempre que alguien recomienda mi libro, yo estoy muy contento y se lo agradezco. Pero Chávez no es mi alumno. Hay muchas cosas que puedo decir sobre Venezuela, pero lo más importante es saber qué piensan los venezolanos sobre su país. Y la respuesta la podemos encontrar en la última encuesta del Latinobarómetro de diciembre pasado, que dice que el apoyo al gobierno y la democracia está aumentando y es uno de los más elevados de la región. La gente en Venezuela siente que los planes económicos del gobierno son acertados y que los programas sociales están siendo dirigidos en beneficio de la población.
— ¿Y cuáles son las cosas que puede decir sobre Venezuela?
—Creo que hay tendencias que están democratizando el país y que también se están produciendo reformas sociales que hacían falta. Pero, por otra parte, considero que existen prácticas autocráticas que son peligrosas.
—¿Coincide con la política que está desarrollando Néstor Kirchner?
—Aunque no soy especialista en Argentina, veo que Kirchner tuvo éxito en sacar el país de una gran depresión, y lo hizo violando las reglas del FMI. Eliminó la deuda y ahora tiene posibilidades para avanzar. Creo que el presidente hizo algunas cosas buenas y otras que no me gustan.
—¿Cuáles no le gustan?
— Debería haber dado más pasos para solucionar la pobreza extrema. Hay mucha gente que tiene dificultades económicas y todavía hay serios problemas con la inflación. Son cuestiones graves y no son fáciles de solucionar.
— Cuando Kirchner conoció a Bush le dijo que no era ni de izquierda ni derecha, sino que era peronista. ¿Cómo calificaría a Kirchner?
—Creo que es una mezcla.
“Aquí hay muchos que coinciden conmigo”
—Usted siempre ha sido muy crítico de Estados Unidos, ¿nunca pensó en elegir otro país para vivir?
—Me gusta vivir en Estados Unidos. Es mi país y pienso que hay muchas cosas buenas. Estados Unidos logró tener un desarrollo de la libertad interna muy grande, quizás es única en el mundo.
— ¿Por qué cree que usted tiene más admiradores en el exterior?
—Yo no creo que tenga más admiradores fuera de Estados Unidos. Me parece que es el resultado de la propaganda. En los círculos del establishment y en la elite no quieren escuchar lo que digo, pero aquí hay mucha gente que coincide con mis ideas.
Crítico y genial
* Tiene 79 años.
* Creó la Gramática Generativa, disciplina que situó la sintaxis en el centro de la investigación lingüística.
* Trabaja en el Massachussets Institute of Tecnology (MIT).
* Escribió una docena de libros sobre lingüística y comunicación, y otra docena sobre política internacional.
* En septiembre de 2006, Chávez recomendó en la Asamblea General de la ONU su libro Hegemonía o supervivencia: la búsqueda estadounidense del dominio global, y en dos días se convirtió en uno de los más vendidos de Amazon.
"Kirchner es una mezcla"
De acuerdo con el famoso lingüista y filósofo norteamericano Noam Chomsky, América del Sur se está integrando e independizando de EE.UU., “y esto es algo que no les gusta ni al gobierno ni a las corporaciones estadounidenses", Chomsky desestimó la división entre una izquierda buena y otra mala en la región, que, en su opinión, es estimulada desde su país. Elogió, aunque con matices, a Chávez, y dijo que Kirchner tiene aciertos y errores. Agudo crítico de la política exterior estadounidense, afirmó que no es cierto que tenga más adeptos en el exterior que entre los norteamericanos.
