La campaña negativa de Dilma erosiona al “huracán Marina”

L.D.
La feroz campaña negativa del Partido de los Trabajadores (PT) pareció esta semana rendir sus frutos. Según las dos últimas encuestas, de Datafolha y de Ibope, Marina Silva detuvo su crecimiento y habría un empate técnico en segunda vuelta con la presidenta Dilma Rousseff. El miedo sobre la ingobernabilidad de una candidata sin partido propio y sin mayoría parlamentaria, más las críticas por tener el apoyo del sector financiero y de los agronegocios, lastraron su despegue inicial, adelantando una definición reñida voto a voto.
En la encuesta de Ibope, divulgada ayer, Dilma arrebató dos puntos a Marina en los nueve días que pasaron desde el sondeo anterior. En la simulación para la primera vuelta, obtuvo 39%, frente al 31% de su adversaria. En la segunda vuelta hay un empate técnico entre el 42% de Dilma y el 43% de Marina. Aécio Neves, sin cambios,  con 15%, parece lejos ya de la posibilidad de pasar al ballottage.
La campaña oficialista utilizó sus spots televisivos, diseñados por el publicista João Santana, para golpear a Silva “temáticamente”, lo que habría repercutido a nivel estatal en las encuestas. La defensa de Bolsa Familia, el faraónico plan de asistencia social del PT, le dio un espaldarazo a Rousseff en el nordeste del país. Otra de las críticas que lanzaron los petistas contra Marina fue su posición con respecto al pré-sal, el enorme yacimiento petrolero en aguas territoriales de Brasil. La candidata del Partido Socialista Brasileño (PSB) adelantó que el pré-sal era “una prioridad entre otras” y propuso buscar fuentes de energía limpia, como la solar y la eólica. Esa definición motivó la crítica del gobierno, que propone destinar el 75% de las regalías petroleras para la educación.  
En el debate económico, el oficialismo también disparó contra la oposición. “Marina dijo que si es electa hará autónomo el Banco Central. Parece algo distante de la vida de la gente, ¿no? Parece, pero no es... Eso significaría entregar a los banqueros un gran poder de decisión sobre tu vida y la de tu familia. Los intereses que pagas... tu empleo, los precios y hasta el salario...”, dice en uno de los avisos un locutor en off. La campaña de Dilma buscó catalogar a Silva como “la candidata del Itaú”, apuntando a la figura de la asesora Neca Setubal, integrante de la dinastía propietaria del banco privado más grande del país.
La mandataria, que busca su reelección, comenzó a cuestionar a Silva hace una semana, cuando la comparó con dos ex presidentes que no terminaron sus mandatos, Jânio Quadros y Fernando Collor de Mello, que renunció tras un escándalo de corrupción. La ambientalista, en tanto, contestó que Collor forma parte de la coalición de gobierno de Rousseff y que la esperanza derrotará a “la campaña del miedo”, en referencia a las publicidades negativas del PT.
Tras la fugaz luna de miel de Marina con las encuestas, la campaña política en Brasil parece haber retornado a la normalidad. Con mayor cantidad de recursos, Dilma empujó a la opositora a definirse sobre cuestiones controvertidas, que podrían afectarla en la carrera al Palacio del Planalto