AFP/AP
Desde Santiago
A cuatro días del 40º aniversario al golpe militar al ex presidente Salvador Allende, el pleno de la Corte Suprema chilena reconoció ayer que la Justicia cometió “graves acciones y omisiones” durante la última dictadura militar al no investigar y juzgar las violaciones a los derechos humanos cometidas por el dictador Augusto Pinochet. Aunque el máximo organismo del Poder Judicial no pidió perdón –como lo hicieron el miércoles los jueces de la Corte de Apelaciones–, admitió que los magistrados no cumplieron con su tarea durante los años de plomo.
Tras analizar los hechos y el rol del Poder Judicial, la Corte Suprema llegó a la conclusión de que “no cabe otra actitud que no sea explicitar el reconocimiento de las graves acciones y omisiones en que en ese entonces se incurrió, arrastrando con ello a parte de la judicatura del país, que claramente, a la hora presente y con la mesura y altura de miras de hoy, corresponde decir que constituyó una dejación de funciones jurisdiccionales”.
El pleno de ministros señaló que “el quiebre de la institucionalidad democrática a partir de septiembre de 1973 permitió un régimen cívico-militar que violentó las garantías de los ciudadanos de nuestro país, que terminó con la muerte de muchos de ellos, desaparecidos, con detenciones irregulares y otros atropellos”.
En una declaración leída por el presidente del máximo tribunal, Rubén Ballesteros, se llamó a redoblar los esfuerzos para esclarecer los delitos de lesa humanidad. El magistrado, que no pidió perdón, integró al menos cinco consejos de guerra que enjuiciaron a militantes socialistas durante la dictadura. Tras el regreso de la democracia, votó en contra del enjuiciamiento de Pinochet. Además, siempre votó a favor de la prescripción o la amnistía en las causas sobre violaciones a los derechos humanos.
En las últimas semanas, llovieron los pedidos de perdón, tanto de la derecha como de la izquierda, por la violencia que se vivió en Chile en la década del 70 y del 80. El senador socialista Camilo Escalona y su par de la UDI, Hernán Larraín, pidieron disculpas por la “polarización” que dividió al país.
“En lo personal, por la conducta que yo pude tener de ser parte de la polarización y de una confrontación que nos llevaba a enfrentarnos a miles de estudiantes en las calles de manera enteramente descontrolada”, aseguró Escalona.