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La derrota de Obama frenaría al embajador para Argentina

Noah Mamet espera confirmación del Senado hace 465 días. Su trámite se complicará con la mayoría republicana. Galería de fotos

Envalentonados. Los republicanos manejarán la agenda parlamentaria desde enero. Esta semana les apuntaron a Obama y al líder demócrata en el Senado, Harry Reid.
| AFP

La derrota demócrata en las elecciones legislativas del martes pasado puede frenar la designación del nuevo embajador de los Estados Unidos para la Argentina. El pliego de Noah Mamet, el nominado de Barack Obama para el puesto, lleva 465 días “durmiendo” en el Senado por falta de consenso sobre su designación. Ahora que los republicanos ganaron la mayoría en la Cámara alta, en Washington se teme que los trámites de Mamet y otros 44 candidatos a sedes diplomáticas en todo el mundo queden virtualmente congelados a partir de 2015. En este momento, el gobierno estadounidense no tiene embajadores en casi un cuarto de los países del planeta. Decenas de nominados por el Poder Ejecutivo esperan desde hace meses su aprobación. Unos pocos siguen frenados en el Comité de Relaciones Exteriores, mientras que la mayoría ya pasó al pleno del Senado pero aún no recibió tratamiento. El líder de la bancada demócrata, Harry Reid, ha optado hasta ahora por intentar consensuar la agenda parlamentaria con la oposición, y no por imponerla con la fuerza de la mayoría.

En el caso de la Argentina, la ausencia de embajador coincide con un momento sensible para la relación bilateral, debido a las críticas de Cristina de Kirchner contra el gobierno de Obama relacionadas con el conflicto judicial con los fondos buitre. Por ahora, quien ocupa el puesto vacante en Buenos Aires es el encargado de negocios de la embajada, Kevin Sullivan. Mamet pasó el filtro del Comité de Exteriores a fines de junio, pero su candidatura aún debe ser votada por el total de los senadores.

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Si los demócratas no lograron confirmar a los candidatos hasta ahora, menos aún podrían hacerlo a partir de enero de 2015, cuando la mayoría en el Senado quedará en manos de los republicanos. Por eso la prensa estadounidense afirma que Reid intentará aprobar la mayor cantidad posible de designaciones antes de Año Nuevo.

Los demócratas planean una maniobra de fin de año para confirmar a tantos nominados por el presidente como puedan, antes de que cambie el mando en el Senado”, publicó esta semana la agencia Bloomberg. En los Estados Unidos se conoce como lame duck session (sesión del “pato rengo”) al período legislativo inmediatamente posterior a una elección, en el que el oficialismo busca resolver asuntos pendientes antes de que se modifique la composición del Congreso.

Esta vez, la Casa Blanca no sólo necesita que se voten los candidatos a embajadores, sino también los postulantes a otras áreas claves como la Fiscalía General del país  y varios juzgados federales. En las próximas semanas, los legisladores demócratas también deberán llegar a un acuerdo con la oposición para evitar el shutdown del gobierno a partir del 11 de diciembre.

El Congreso tendrá escaso tiempo para solucionar una larga lista de temas irresueltos: una semana y media entre el reinicio de sesiones este miércoles y el receso por Acción de Gracias; y tres semanas más en diciembre. Con la oposición envalentonada por el resultado de las legislativas, el oficialismo deberá fijar cuidadosamente sus prioridades para los próximos dos meses.

A los republicanos los irritó una medida adoptada por Reid a fines del año pasado, cuando cambió el requisito de mayoría especial por el de mayoría simple para la aprobación de designaciones del Ejecutivo. También les molesta el hecho de que, en su segundo mandato, Obama haya alterado el tradicional equilibrio de “70-30” entre embajadores de carrera y políticos en favor de estos últimos. Mamet, recaudador de fondos para campañas demócratas, pertenece al segundo grupo. De hecho, ha reconocido que no habla español y que jamás visitó la Argentina.

Ese malestar en el Senado provocó que, pese a su mayoría de 55 a 45, Reid no lograra colocar la aprobación de las candidaturas entre las prioridades de la agenda parlamentaria. Por eso en Washington creen que el líder demócrata podría concentrarse exclusivamente en el trámite para los diplomáticos de carrera, evitando en cambio imponer a postulantes más resistidos.

Influyentes grupos de lobby trabajan por un acuerdo de mínima entre demócratas y republicanos para facilitar la confirmación de los candidatos de carrera. Una de esas organizaciones es la American Foreign Service Association, que representa a 14 mil miembros activos y retirados del servicio exterior del Departamento de Estado. “Sabemos que el Senado tendrá una agenda repleta durante la lame duck-session, pero creemos que los embajadores de carrera pueden y deben ser confirmados ya que han dedicado sus vidas a la diplomacia y sus nominaciones no tienen nada que ver con la política –dijo a PERFIL Kristen Fernekes, vocera de la AFSA–. El señor Mamet, en cambio, no es un miembro del servicio diplomático exterior”.

En ese escenario, 13 de los 45 nominados por Obama, todos ellos candidatos políticos, no serían aprobados antes de que la mayoría pase a los republicanos. “Todo dependerá de las negociaciones de aquí a fin de año, pero es verdad que los embajadores de carrera generan menos resistencia política –dijo a PERFIL Luis María Savino, presidente de la Fundación Centro de Estudios Americanos, desde Washington–. Lo cierto es que, a partir de enero, aquí empezará a tallar la agenda republicana”. Desde entonces, el limbo para Mamet podría volverse eterno.