Las cámaras de TV que registran cada movimiento de lo que ocurre en el norte de Chile, mientras avanza el rescate de los 33 mineros que se encuentran a 700 metros de profundidad, mostraron que, cada vez que se corría la tapa del túnel que devolverá a la vida a los trabajadores, salía un persistente "humo".
La escena hizo temer algunos problemas con el "encamisado" del pozo, o peor aún, de la cápsula que bajará por el ducto, pero los responsables del trabajo se encargaron de explicar que se trata de un fenómeno "absolutamente normal que se acrecentará con la madrugada".
"Ya está haciendo frío y la diferencia de temperatura con las profundidades es cada vez mayor", contó Fidel Baez, uno de los mineros que comanda el operativo de rescate, indicando que "por ello es que cuando se destapa el ducto, el aire caliente emerge con fuerza y apenas sale a la superficie se transforma en vapor, vapor de agua, eso es lo que vemos".
Báez indicó que las mediciones que realizaban en la galería en que se encuentran los mineros trapados revelan una temperatura de "entre 26 y 28 grados", ironizando con su frase final: "me preguntan que será lo primero que van a sentir los mineros cuando salgan, pués bien, van a sentir frío", comentó sonriendo.
