Tras el anuncio del compromiso del príncipe Guillermo y su novia Kate Middleton, todos las miradas se dirigieron de forma inevitable hacia el dedo anular de la futura princesa, que lucía un anillo ornamentado con un enorme zafiro azul (de 18 quilates y valorado en US$ 200.000) rodeado de catorce diamantes perfectos y engastado en oro blanco, cuyo valor, según dicen, se estima en medio millón de dólares.
Se trata del mismo anillo que el 19 de febrero de 1981 el príncipe Carlos entregó a lady Diana Spencer al pedirle matrimonio. La propia Diana había escogido del diseño en un catálogo exclusivamente armado por la prestigiosa joyería Garrards, proveedores de la Casa Real. Fue visto en 1996 por última vez, justo antes de que se firmara el divorcio de Diana y Carlos. En el transcurso de la ceremonia religiosa del próximo viernes la única que utilizará un anillo será la novia, a quien el príncipe Guillermo entregará uno especialmente realizado con el oro de una pepita de 36 gramos que atesora la familia real desde 1981 y que fue extraída de unas minas galesas. Los padres de la reina Isabel II (Jorge VI e Isabel) fueron los primeros en utilizar el oro de Gales (extraído de una mina de Bontddu) para su anillo de bodas, en 1923. Luego, el oro galés fue usado para los anillos de la reina Isabel II y su hermana Margarita, de la princesa Ana, y de Diana. Unos joyeros de Kent fueron los encargados de crear el anillo para Kate, pero no para el príncipe Guillermo. La tradición de la Iglesia Anglicana no contempla el uso de los anillos para los hombres. Hija de comerciantes, dueña de un estilo muy británico en su forma de ser y vestirse, Kate Middleton no espera no espera ocupar el sitio que Diana tuvo en el corazón de los ingleses, pero las odiosas comparaciones y las expectativas están a la orden del día. Por lo pronto, se puede saber que será, en su día, la primera Reina plebeya de Inglaterra luego de muchos siglos, y la reina mejor preparada académicamente en toda la historia de la monarquía británica. Y lo más importante, cuenta con el total apoyo de su futuro marido para modernizar la monarquía e imponer su sello personal en palacio, algo que Diana nunca logró. (*) Especial para Perfil.com
Los medios ingleses ocuparon sus páginas con imágenes de la pareja, dando especial atención al detalle del anillo de la princesa Diana. “Por fin llegamos, cariño (y con el anillo de Diana)”, decía un titular del Daily Mail. “Algo prestado, algo azul”, escribió The Times, en referencia al gran anillo. “Con este anillo, los Di-claro marido y mujer”, se leyó en el Daily Mirror.
El príncipe Guillermo dijo durante la entrevista que eligió usar ese anillo porque quería que su madre estuviera sentimentalmente presente en este momento: “Como ustedes pueden reconocer, al anillo de compromiso es el de mi madre. Es muy especial para mí y Kate es ahora muy especial para mí. Es la manera que tengo de asegurarme de que mi madre no se pierda un día como el de hoy; la emoción y la noticia de que vamos a estar juntos el resto de nuestra vida”.
Kate, a quien muchos han osado en comparar con la fallecida princesa Diana, reconoció que quien hubiera sido su suegra fue “una gran inspiración” para su vida junto a Guillermo. El propio príncipe declaró también su deseo de que “el estigma Diana”, como se ha dado en llamar, no caiga sobre su futura esposa: “No espero que Kate ocupe los zapatos de mi madre, quiero que ella tenga su propio futuro”.
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