ANSA
En una iniciativa definida “insólita” por los medios italianos, el Vaticano está llevando a cabo a nivel mundial un sondeo entre los católicos sobre la manera con la que las parroquias afrontan temas sensibles como el control de los nacimientos, el divorcio y el matrimonio gay.
El sondeo fue transmitido a mediados de octubre por la Conferencia Nacional de los obispos acompañado por un pedido por parte del coordinador de la Santa Sede, monseñor Lorenzo Badisseri, para “compartir cuanto antes y de la manera más amplia posible el documento”.
Monseñor Baldisseri destaca también la importancia de “recibir rápidamente las respuestas”, y afirma que los resultados del sondeo deberán llegar al Vaticano antes del 31 de diciembre.
El objetivo de Jorge Bergoglio es el de tener claras las diferentes respuestas brindadas por los católicos del mundo -alrededor de 1.200 millones de personas- antes del sínodo de los obispos extraordinario sobre la familia que tendrá lugar entre el 5 y el 19 de octubre de 2014. La decisión de lanzar el sondeo confirma una vez más que el Papa quiere alejarse de un enfoque basado en un “Vaticano-céntrico”, abriendo la puerta a una toma de decisiones más amplia, teniendo en cuenta las respuestas que llegan de las realidades locales a través de las congregaciones religiosas.
Entre las preguntas planteadas a los católicos, los sacerdotes y los representantes del clero en el mundo se destacan aquellas relativas al matrimonio de personas del mismo sexo, en el sentido si está reconocido en el país.
El sondeo pide precisar de qué manera “la misericordia de Dios es proclamada a las parejas separadas, divorciadas o vueltas a casar”, además de pedir informaciones sobre las atenciones pastorales hacia los hombres y las mujeres que viven juntos pero fuera del matrimonio.
En la batería de preguntas hay un apartado dedicado exclusivamente a los matrimonios homosexuales y la visión que los fieles católicos tienen de ellos en sus Diócesis y cómo la Iglesia puede abordar la pastoral ante estas uniones, entre otros temas que antes eran vistos como tabú. “¿Cuál es la actitud de las Iglesias locales hacia el Estado como promotor de uniones civiles entre personas del mismo sexo y ante las personas que las protagonizan? ¿Qué atención pastoral se puede dar a quienes han elegido vivir bajo este tipo de uniones?”, son algunas de las preguntas que son parte del documento que ya circula entre los católicos.
El documento enviado a las Conferencias Episcopales pregunta por la cantidad de divorciados y separados en las distintas parroquias católicas y cómo viven aquellos bautizados en esta situación.