La Habana – Los cubanos celebran una Navidad sin entusiasmo, pero se preparan para las fiestas del Año Nuevo dedicadas al 48 aniversario de la revolución y a Fidel Castro, entre esperanzas e incertidumbres por no saber nada de la salud del líder, a cinco meses de que cedió el poder de la isla.
Los cubanos privilegian la fiesta del Año Nuevo sobre la Navidad, cuyos festejos se reducen habitualmente a una modesta cena familiar en la Nochebuena, con carne de cerdo, arroz, frijoles y yuca, y colmada de buenos deseos para que mejore la situación económica.
" Esperamos que haya desenvolvimiento, porque la cosa está mala", dijo un joven de 38 años, empleado de una tienda de refrescos del aeropuerto, al referirse a los problemas del transporte y los alimentos. Pero esta vez se añade una inquietud adicional por el futuro, ligado a la salud de Fidel Castro, quien desde hace cinco meses convalece de una delicada cirugía intestinal que lo forzó a ceder el poder a su hermano Raúl el 31 de julio.
"Estamos tranquilos, aunque con cierto desconcierto porque no sabemos cómo está el comandante, ni qué va a pasar. Como no sabemos entonces la gente inventa mucho", afirmó una médica jubilada, de 62 años. Los rumores entre la población son persistentes y variados. Fidel Castro fue visto por última vez en un video el 28 de octubre, y no asistió a un desfile militar el 2 de diciembre como todos esperaban, lo que aumentó la especulación.
Castro fue operado el 27 de julio tras un sangrado intestinal, y declaró el estado de su salud como "secreto de Estado". El gobierno afirma que el gobernante "progresa en su recuperación" -según dijo Raúl el viernes-, pero las dudas continúan. Desde España se confirmó este lunes que el cirujano español José Luis García Sabrido, jefe del servicio de Cirugía del hospital público Gregorio Marañón, se encuentra en Cuba para someter a un examen exhaustivo a Castro. El domingo, El Periódico de Cataluña informó que García Sabrido viajó el jueves a La Habana en un avión fletado por el gobierno cubano, y que también trasladó material clínico de última generación.
La revista colombiana Semana reveló el sábado que por primera vez Castro no recibió a su amigo Gabriel García Márquez, pese a que éste permaneció casi un mes en Cuba, lo cual "ha sido interpretado como un signo de que las cosas se han complicado".
Al líder cubano está dedicada este año la celebración el 1 de enero del 48 aniversario de la revolución, como una prolongación del homenaje que recibió Castro del 28 de noviembre al 2 de diciembre por sus 80 años cumplidos el 13 de agosto pasado, en plena convalecencia.
El festejo revolucionario marcará el contraste con la apatía de la Navidad, tradición que comenzó tímidamente desde que en Cuba fue autorizada a la celebración del 25 de diciembre por el Gobierno, tras la histórica visita del Papa Juan Pablo II, en enero de 1998.
La Plaza de la Revolución José Martí, corazón político de Cuba, es escenario de la gran fiesta, con conciertos, comparsas, festivales deportivos y presentaciones circenses.
"La conmemoración buscará darle continuidad al homenaje realizado al presidente Fidel Castro en su 80 cumpleaños", dijo Reynaldo López, de la Unión de Jóvenes Comunistas de Cuba. La celebración incluirá dos conciertos del cantautor Pablo Milanés el 27 y 28 en el Teatro Nacional, y habrá dos espectáculos bailables, los días 29 y 30 en la Tribuna Antimperialista, frente a la Oficina de Intereses de Estados Unidos.
La Iglesia católica, que mantiene relaciones de convivencia con el gobierno desde la visita del Juan Pablo II, rogó en las misas de la Nochebuena que "nada perturbe" la tranquilidad en la isla "en este momento especial" de la historia del país.