Una azafata moldava de 25 años, que solía ejercer como bailarina, pasó más de seis horas frente a los fiscales de Grosseto, en medio de un interrogatorio en el cual reconoció haber estado junto al capitán del Costa Concordia, Francesco Schettino, la noche que el crucero naufragó frente a la isla de Giglio.
Así lo consigna el sitio web del medio español, El Mundo, donde agregan que, al momento del accidente, la joven identificada como Domnica Cemortan, se encontraba en el puente de mando del crucero junto al capitán de 52 años, que está casado y tiene una hija.
Además, los investigadores encontraron ropa, lencería y un set de belleza de la moldava en la cabina, lo que sugiere que ella se había instalado allí durante el crucero.
En medio del interrogatorio, la mujer habría confesado: "Lo amo, sí, y no es justo que estén destruyendo su imagen". Por otro lado, se habría referido a Schettino como un "héroe", que "ha salvado centenares de vidas, si no miles".
Pero pese a reconocer su amor y admiración por el capitán, la mujer negó mantener una relación sentimental con el capitán.
Cemortan no es la única que ha declarado en los últimos días en el caso del naufragio. Ayer también prestó sus declaraciones Robert Ferrari, responsable de la Unidad de Crisis de Costa Cruceros, y que mantuvo 17 contactos telefónicos con Schettino desde el choque del crucero contra el escollo, hasta que se dio la orden de evacuación.