Sobre un fondo rojo, la satírica publicación francesa Charlie Hebdo publica la ilustración de un joven bebiendo champagne pero acribillado por los tiroteos de los terroristas. "Ellos tienen las armas. ¡Que se vayan a la mierda!, nosotros tenemnos el champagne", se titula la portada.
La ilustración y la fuerte leyenda conforman la portada de la nueva edición que será puesta en venta a partir de mañana en todos los kioskos europeos.
En su editorial, el dibujante, editor y director Laurente 'Riss' Sourisseau, que sobrevivió al ataque terrorista en la sede de 'Charlie Hebdo' el pasado 7 de enero, justificó esta portada asegurando que "ésta es la única respuesta a los terroristas" frente al "terror inútil" que, según él, los medios y el Gobierno francés están tratando de crear.
Por su parte, el periodista Antonio Fischetti (redactor de Charlie Hebdo), Premio Perfil a la Libertad de Expresión Internacional, escribió en la edición especial de PERFIL dedicada a la masacre en París: "No tengo miedo. Lo peor que puede suceder en estos casos es tener miedo. Más bien, lo que vivo y lo que se vive en París, es la sensación de tristeza generalizada. Porque un atentado de este tipo –por dónde fue, por cómo fue– es inevitable que le llegue a gente cercana".
"Nunca vi a París así, militarizada. Y lo que fue una reacción solidaria, intentar salir para ayudar en todo lo que podía, no fue tan fácil. La calle no es un lugar amigable hoy", remarcó. "No tengo miedo, no. Pero estoy convencido que la vida de todos los parisinos cambió definitivamente a partir del 13 de noviembre de 2015".
En una entrevista exclusiva con Perfil.com, Fischetti recordó al recibir el Premio Perfil: "Transformarmos en un símbolo de la libertad de expresión nos costó la vida de diez amigos nuestros". "Pero tras el atentado respetamos la decisión de Rénald Luzier ("Luz") de no dibujar más a Mohama y de dejar a Charlie Hebdo, pero el resto de periodistas e ilustradores decidimos seguir adelante con la publicación y volveremos a dibujar a Mahoma llegado el caso, pero son una minoría", explicó.
"No hay límites para burlarse de las ideas, y la religión es una idea más, y por esto puede ser un blanco. La diferencia es una sátira que tiene que ver con las ideas, y un desprecio que tiene que ver con los individuos", argumentó en cuanto a los límites a la hora de publicar contenidos.
