INTERNACIONAL

La plaza de San Pedro se llenó de color

Desde todas partes del mundo se acercaron a recibir las bendiciones del papa argentino. Video. Galería de fotos

Una plaza multicolor escuchó al papa en su primer Ángelus.
| AFP

Un papa simpático, humilde y chistoso; que se da lugar al abrazo con los fieles y habla sereno frente a millones en la Plaza San Pedro. Así definieron los fieles a Francisco, el pontífice argentino, tras su el primer Ángelus como líder de la Iglesia católica.

Entre los creyentes, una decena de seminaristas mexicanos llevaron guitarras, bandoneones y trompetas para aportarle música a las palabras del ahora exarzobispo de Buenos Aires, Jorge Bergoglio.

Esto no les gusta a los autoritarios
El ejercicio del periodismo profesional y crítico es un pilar fundamental de la democracia. Por eso molesta a quienes creen ser los dueños de la verdad.
Hoy más que nunca Suscribite

"Francisco, eres la primavera de la Iglesia", aseguraban, en pancartas, fieles romanos. Hacia el otro lado de la plaza, globos blancos y amarillos volaban por los aires.

Efecto contagio. Francisco, que ya ha sorprendido a varios con un estilo austero y poco afecto a los protocolos, forja un estilo propio en la sede vaticana. Por la mañana se dio tiempo para abrazar y bendecir uno por uno a los fieles que lo esperaban en la calle, y generó un efecto contagio en el cardenal norteamericano Justin Rigali, quien se paseó por la Plaza minutos antes de que Bergoglio abriera la ventana de su estudio, desde donde ofició la homilía.

"Buon giorno", fueron las primeras palabras del Papa. Abajo, los feligreses coreaban su nombre, gesto que el padre Roderick Vonhögen logró capturar y compartir en las redes sociales.

 

 

Sin embargo, lo que más llamó la atención fue la enorme presencia de fieles latinoamericanos. Banderas de Argentina, Brasil, Ecuador, Nicaragua, México y Costa Rica, se hicieron presentes. "Vinieron a saludar a su Papa", exclamó el sacerdote Juan Ruiz, quien reportó vía Twitter cómo se vivió el primer Ángelus de Francisco.