La lucha contra el terrorismo y la inmigración, el desempleo de los jóvenes y el medio
ambiente serán los puntos centrales del programa del primer ministro británico, según
prometió en su primer “discurso del trono”.
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AFP
Con una majestuosa apertura en el Parlamento británico, que incluyó un breve paseo en una carroza tirada por engalanados caballos, la Reina Isabel II presentó, como indica la tradición, los planes del primer ministro Gordon Brown, cuyo primer programa de gobierno se centrará en la lucha contra el terrorismo y la inmigración, el desempleo de los jóvenes y el medio ambiente.
Vestida con un largo abrigo de armiño blanco y llevando sobre la cabeza una pesada corona con 3.000 diamantes, perlas, zafiros y rubíes incrustados, Isabel II llegó al Parlamento británico en compañía de su esposo Felipe en la carroza, tal como dicta la tradición.
Desde el trono instalado en la Cámara Alta de Westminster para la ceremonia, llena de lujos, la Reina británica, de 81 años, leyó el discurso del primer ministro que define la agenda política del gobierno para los próximos 12 meses.
Brown, cuya imagen ha resultado debilitada por su decisión de no convocar a elecciones anticipadas, prometió en su primer discurso del trono "responder a las aspiraciones crecientes" de los británicos y "elevar a 18 años la edad en la que los jóvenes dejan la escuela".
Y enumeró 23 de los 28 proyectos legislativos que su gobierno espera adoptar, que incluyen el fortalecimiento de medidas contraterroristas y planes para frenar la inmigración, así como su intención de continuar trabajando con el gobierno de Irak para "mejorar la seguridad".
"Mi gobierno continuará su acción para crear comunidades más fuertes y luchar contra el terrorismo", leyó la Reina al anunciar el programa de gobierno que fue fustigado inmediatamente por el líder conservador David Cameron, que dijo que no contenía "nada nuevo".
"El discurso del trono no representa, y usted no representa, ningún cambio verdadero", le espetó Cameron a Brown en el debate en el Parlamento que siguió al discurso de Isabel II.
"Usted sabe cómo hablar de cambio, pero no puede llevarlo a cabo", añadió Cameron, luego de que Brown anunció reformas para "volver más transparente" el sistema de financiamiento de los partidos, el sistema de jubilaciones y los programas de apacitación para jóvenes y adultos, así como las medidas para proteger el medio ambiente.
Brown prometió "un sistema de salud organizado alrededor de las necesidades de los pacientes" y se comprometió a dar a los británicos "un servicio de cuidados de gran calidad".
Pero es sobre todo con las medidas para combatir el desempleo entre los jóvenes, mejorar los servicios para niños vulnerables y estimular el acceso a la vivienda que Brown espera recuperar la iniciativa política y la popularidad con la que contaba cuando asumió el poder, en junio pasado.
Según los últimos sondeos, las semanas de intensas especulaciones sobre una elección en el otoño boreal, que no llegó a celebrarse, deterioraron fuertemente el caudal de simpatía con que contaba Brown tras suceder a Tony Blair, quien dejó el poder desgastado por la guerra en Irak.
Según una encuesta efectuada el fin de semana por la firma Populus, el número de personas que cree que Brown tiene lo que se necesita para ser un buen primer ministro ha caído en un mes cinco puntos, de 54% a 49%, y ha bajado un 10% desde principios de julio.
Aunque todavía supera en las encuestas a Cameron, en cuanto a "la imagen como líder", sólo un 44% de los británicos dice que les gusta Brown, revelan los sondeos. Esa cifra representa una caída de nueve puntos desde julio pasado.
En una encuesta publicada el martes por The Times, los laboristas y los conservadores están casi a la par en las intenciones de voto de los británicos.
El partido de Brown cuenta con 37% de las intenciones de voto, los tories liderados por Cameron con 36%, mientras que el partido liberal demócrata, la tercera fuerza en Gran Bretaña, obtiene un 16%, señalan los sondeos.
