El Presidente de Colombia se opuso al criterio que defienden varios países del continente, de despenalizar a los consumidores de drogas para concentrar sus fuerzas en los narcotraficantes. "Eso se utiliza como factor de inducción de la niñez a la criminalidad. La discusión debe ser contraria, sobre la necesidad de ilegalizar el consumo". También propuso como eje de discusión, "el principio de la corresponsabilidad de todos" los países en la producción, el tráfico y el consumo de estupefacientes.
Uribe, además, relacionó esa problemática con la guerrilla que su Gobierno combate, y le pidió a UNASUR que reconozcan a "las guerrillas de narcotraficantes de las FARC como grupos terroristas", ya que sus líderes "tratan de cautivar" a algunos sectores internacionales. El mandatario advirtió que grupos guerrilleros narcotraficantes "pueden esconderse en territorios fuera de Colombia, luego vienen a Colombia a cometer crímenes y regresan a esconderse allá".
Por último, hizo una elíptica crítica a Ecuador y Venezuela, a quienes acusa de proveer de armas para las FARC, al sostener que el grupo guerrillero posee "armas provenientes de otros países". "Pedimos que en todos los casos en que aparezcan elementos probatorios que indiquen que alguien de otro país les entregó armas, que asuma la responsabilidad frente a esos casos, y que se investiguen", reclamó Uribe.
El presidente de Ecuador, Rafael Correa, por su parte, pidió "discutir si se puede entender como acto soberano de un país acciones que pueden afectar y desestabilizar a la región". Así criticó a Uribe por la incursión de las fuerzas armadas colombianas en territorio
ecuatoriano de marzo de 2008, cuando capturaron y asesinaron al número dos de las FARC, Raúl Reyes, lo que provocó tensión en la región.
Correa, quien ejerce la presidencia pro témpore de UNASUR, también reclamó una reunión de los mandatarios sudamericanos con Barack Obama, para que explique los alcances Comando Sur del Ejercito de su país y las actividades militares que piensa poder desarrollar en otros países. " Preocupa mucho aceptar que un documento militar de los Estados Unidos nos trate todavía como el patio trasero", sostuvo el ecuatoriano.
Tabaré Vázquez, en tanto, también abogó porque " no existan bases militares extranjeras en su país y en ninguna otra nación de América del Sur". Y recordó: "Rechazamos la instalación de bases extranjeras británicas en las Islas Malvinas y lo hacemos sin estridencias, pero tratando de actuar con eficacia ante estos problemas".
El presidente boliviano, Evo Morales, también cargó contra la instalación de tropas estadounidenses en Colombia. "Estados Unidos trata de crear desconfianza entre los presidentes de Sudamérica que estamos gestando la unidad", señaló. Y agregó: "Cada presidente tiene derecho a aplicar políticas, sean comunistas, socialistas, capitalistas o neoliberales en su país, pero algo que no
podemos vender, ni prestar, ni alquilar es la dignidad de la soberanía de nuestras naciones". Al tiempo que recalcó que "no se puede permitir la presencia militar extranjera en nuestros territorios, es un mandato sagrado, es un mandato noble que nos dan nuestros pueblos, por la lucha milenaria y por la lucha en estos tiempos de demodcracia".
Chávez, por su parte, leyó un documento militar de Estados Unidos, sobre la "nueva estrategia" del Comando Sur, en el que se indica que tiene "interés en establecer una localidad en el continente suramericano", que identifica como Palanquero, en territorio colombiano, para utilizar "en operaciones antidroga y de movilidad" para sus aviones C17, que tendrían alcance continental. El mandatario bolivariano sostuvo que ello está dentro de "la estrategia global de dominación de Estados Unidos" y afirmó que "es la razón de que se estén instalando esas bases en Colombia".