El inicio de la reunión en Melbourne de los ministros de Finanzas de los veinte principales países industrializados y emergentes (G-20), estuvo marcado por las protestas de activistas antiglobalización, que se enfrentaron a la Policía.
Según las autoridades, hasta 30 agentes resultaron heridos en los disturbios causados por manifestantes de izquierda frente al hotel en el que tiene lugar la cita, que este año debate sobre la demanda energética de la economía mundial y los costos del cambio climático.
El grupo de manifestantes que lanzaba botellas y piedras en las afuera de la reunión se enfrentó con policías a caballo y con bastones, tornando lo que habían prometido sería una protesta pacífica contra la pobreza en una serie de escaramuzas callejeras.
Un policía fue llevado al hospital con una muñeca fracturada por una barrera de acero derribada, y varios agentes sufrieron magulladuras y arañazos. Por su parte, dos manifestantes fueron arrestados, y “se esperaban más arrestos”', dijo la comisionada del estado de Victoria Christine Nixon.
Los manifestantes “lanzaron objetos, piedras, latas de basura, todo lo que pudieron encontrar lo lanzaron a la policía y dañaron bienes", dijo Nixon a los periodistas apostados en el lugar. “No tuvimos una cosa así, una manifestación violenta, en los últimos seis años”.
Unas 2.500 personas protestaron vestidas con ropajes blancos idénticos y las caras cubiertas, para dificultar su posible identificación. También los manifestantes lanzaron huevos, arremetieron contra los caballos de los agentes y destrozaron un vehículo policial.
La Policía está decidida a que no se repitan las violentas manifestaciones antiglobalización que se registraron en Melbourne cuando fue sede del Foro Económico Mundial en 2000.
La reunión mundial. Los ministros y jefes de los bancos centrales quieren discutir ante todo las condiciones para un mercado energético mundial justo, durante la cumbre de dos días en la ciudad australiana.
"Mercados energéticos que funcionan bien son el elemento clave para la estabilidad mundial", sostuvo el director gerente del Fondo Monetario Internacional, Rodrigo de Rato, en Melbourne.
Los gobiernos deberían ocuparse de que haya transparencia en los mercados y eliminar subvenciones, que no protegen a los pobres, sino que son ante todo en beneficio de los ricos, añadió.
Los ministros también dialogarán sobre el comercio mundial de emisiones, que forma parte de las medidas para reducir la emisión de gases de efecto invernadero.
El G-20 conforma el 85 por ciento de la economía mundial. Está integrado por Alemania, Arabia Saudita, Argentina, Australia, Brasil, Canadá, China, Corea del Sur, Estados Unidos, Francia, Gran Bretaña, India, Indonesia, Italia, Japón, México, Rusia, Sudáfrica, Turquía y la Unión Europea, además del Banco Mundial y el FMI.