Atenas - Sesenta y tres muertos, pueblos evacuados, y bosques y cultivos calcinados es el balance provisional de cuatro días de fuego voraz en Grecia, donde este lunes se abrió una investigación y se detuvieron a más de 100 personas por los incendios criminales. Avivados por un viento superior a los 70km/h, treinta incendios amenazaban el oeste y el sur del Peloponeso (sur), donde están localizados los frentes más peligrosos, que no se han podido sofocar a pesar de que las temperaturas han bajado hasta los 33 grados. Las emisoras griegas califican a los incendios como la peor catástrofe natural del país y destacan cuatro grandes incendios y decenas de focos más pequeños cerca de Olimpia en el oeste, Kalamata en el suroeste, y Esparta en el sureste del Peloponeso. La fuerza aérea del ejército griego debió evacuar a los habitantes de algunas localidades cerca de Olimpia, ante el avance imparable de las llamas.
A pesar del peligro, los bomberos encontraban resistencia en la gente, porque muchos de los pobladores "se negaban a abandonar sus viviendas y bienes". La prensa local sospecha que en muchos casos se trata de fuegos instigados por especuladores de terrenos que esperan lograr la recalificación de esas tierras para poder construir viviendas.
Más de 800 bomberos y otros tantos soldados griegos, ayudados por decenas de bomberos llegados del extranjero con 20 hidroaviones y 19 helicópteros cisterna, luchan sin cuartel contra las llamas en la península del Peloponeso, donde ya murieron 59 personas. La mayoría de ellas fallecieron en aldeas aisladas de Ilia y en la isla de Eubea, donde perecieron otras cuatro.
"Proseguimos una lucha encarnizada, nuestra prioridad inmediata son las víctimas de este siniestro", declaró el primer ministro griego Costas Caramanlis, durante un encuentro con el jefe de Estado, Carolos Papoulias. El fiscal del servicio antiterrorista, Dimitris Papaguelopoulos, decretó la apertura de una investigación preliminar "para determinar si los crímenes de incendios voluntarios durante el verano están incluidos en la ley antiterrorista".
Cuando faltan tres semanas escasas para las elecciones legislativas del 16 de septiembre, una polémica hace mella en el país sobre el presunto origen criminal de muchos de los focos de fuego y sobre la respuesta de las autoridades ante la catástrofe.
Grecia se encuentra bajo estado de emergencia y ya dispuso tres días de duelo nacional. El Cuerpo de bomberos anunció el lunes la detención y la inculpación de treinta y tres personas por el incendio criminal. Sin catastro nacional y ante el desarrollo vertiginoso del sector de la construcción, las autoridades y la opinión pública se mantienen alerta por la salvaje especulación inmobiliaria que precede con frecuencia cada periodo electoral.
Caramanlis --el primero en mencionar la hipótesis criminal-- aseguró el sábado que todas las regiones convertidas en humo serían protegidas y "reforestadas". La población se muestra muy solidaria, aunque irritada, con esta ola de incendios. "Cientos de personas realizan patrullas las 24 horas (del día) en la montaña", declaró a la AFP Sotiris Botas, responsable de unos 200 guardias forestales voluntarios del Monte Himeto, cerca de Atenas, donde las llamas siguen ardiendo desde el sábado.
Las llamas azotan las regiones de Megalópolis y los macizos de Parnon y Taigeto, que señorean la Magna, en el Peloponeso. Los habitantes de esta región están de duelo, abrumados por el desaliento, después de que una treintena de aldeas fueran evacuadas y miles de hectáreas se convirtieran en ceniza.
En las televisiones locales, se sucedían las llamadas de socorro de algunos habitantes aislados. " Nos asfixiamos, no tenemos mascarillas, no podemos respirar", se quejaba un lugareño de Pinia ante los micrófonos de un canal de televisión privado. "En diez minutos, la aldea quedó rodeada, pero tuvimos que arreglárnoslas solos, no había un solo bombero", contó a la AFP Spyros Petrakios, alcalde de Chrisafa, en el Monte Parnon.
En respuesta a un llamamiento de ayuda de Atenas a la Unión Europea, España envió el lunes dos hidroaviones e Italia uno. Todos ellos operan en la isla de Eubea, donde las llamas dañaron varias viviendas del pueblo de Mystro. Chipre envió 30 bomberos y Grecia está a la espera de la llegada, este mismo lunes, de una decena de helicópteros de Holanda, Suiza y Alemania.
Fuente: AFP