INTERNACIONAL
recibio a los lideres comunitarios

La UE debe “repensarse” si no quiere desaparecer, advierte el papa Francisco

A sesenta años de los Tratados de Roma que iniciaron la integración europea, Bergoglio dijo que la Unión debe recuperar ideales como la solidaridad y la apertura al mundo.

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Foto de familia. Los representantes de los 27 países que integran la Unión Europea posan con el Pontífice en la Capilla Sixtina. | AP
Francisco advirtió ayer a los líderes europeos reunidos en el Vaticano que la Unión Europea “corre el riesgo de morir” sin ideales como solidaridad, apertura al mundo y búsqueda de paz y desarrollo.
“Cada organismo que pierde el sentido de su camino, que pierde este mirar hacia delante, sufre primero una involución y al final corre el riesgo de morir”, dijo el Papa en un discurso pronunciado en un inédito encuentro con los 27 mandatarios y presidentes de las principales instituciones europeas.
La audiencia, que se celebró en la imponente Sala Regia del palacio apostólico, fue organizada con ocasión del 60º aniversario de los Tratados de Roma que dieron origen a la UE, que se cumple hoy.

Padres fundadores. El primer Papa no europeo, que ha sido en varias ocasiones muy crítico con la vieja y “cansada” Europa, recordó ante todo los ideales de los llamados “padres fundadores”, varias veces citados.
El éxito de la Unión Europea “dependerá de la voluntad de trabajar una vez más juntos y desde el deseo de apostar al futuro”.
“Europa vuelve a encontrar esperanza en la solidaridad, que es también el antídoto más eficaz contra los modernos populismos”, instó el Pontífice.
“Los populismos florecen por el egoísmo”, agregó tras mencionar las políticas contra la emigración, tema que genera tensiones y divisiones dentro de la UE.
“No se puede limitar a gestionar la grave crisis migratoria como si fuera sólo un problema numérico, económico o de seguridad”, añadió.
“El miedo que se advierte encuentra a menudo su causa más profunda en la pérdida de ideales”, recalcó.
Como hace tres años, cuando visitó la sede del Parlamento Europeo en Estrasburgo, Francisco urgió a Europa a “encontrar nuevos caminos”, a “apostar por el futuro”, a desarrollar un “nuevo humanismo” y a no perder la memoria.
“Europa tiene un patrimonio moral y espiritual único en el mundo, que merece ser propuesto una vez más con pasión y renovada vitalidad, el mejor antídoto contra la falta de valores de nuestro tiempo, terreno fértil para toda forma de extremismo”, añadió.

Madurez. “La Unión Europea tiene sesenta años, la edad de la plena madurez. Una edad crucial en la que, una vez más, se llama a un replanteamiento”, afirmó el Papa a los líderes europeos.
  Para Francisco, “a diferencia de un ser humano de sesenta años, la Unión Europea no tiene delante de sí una inevitable vejez, sino la posibilidad de una nueva juventud”. n