INTERNACIONAL
hablaron xi y los líderes comunitarios

La UE le pidió a China que no ayude a Rusia

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Contacto. El presidente chino Xi Jinping y la titular de la Comisión Europea, Úrsula von der Leyden durante el encuentro virtual. | Bloomberg

La Unión Europea instó ayer a China a no ayudar a Moscú a esquivar las sanciones occidentales por su invasión a Ucrania, lo que “dañaría gravemente su reputación” y afectaría las relaciones económicas de Beijing con Europa.

La presidenta de la Comisión Europea, Ursula von der Leyen, y el presidente del Consejo Europeo, Charles Michel, en nombre de los Estados miembros de la UE, se entrevistaron por videoconferencia con el primer ministro chino, Li Keqiang, y después con el presidente Xi Jinping.

La Unión Europea (UE) exhortó a China a “no interferir” en las sanciones occidentales contra Rusia por la ofensiva contra Ucrania y advirtió que un apoyo a Moscú “dañará gravemente la reputación” del país asiático en Europa.

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“Ello dañará gravemente la reputación de China, aquí en Europa”, donde “las empresas miran cómo se posicionan los países”, dijo Van der Leyen, al término de la videoconferencia con el presidente chino.

“Ningún ciudadano europeo comprendería un apoyo a Moscú, que reforzaría sus capacidades para proseguir su guerra” en Ucrania, agregó Von der Leyen, que se hallaba al lado de Charles Michel. 

“Esperamos que China tome en cuenta la importancia de su imagen internacional y de la relación económica entre China y la UE” abundó Michel, sin más precisiones.

Hasta ahora, Beijing ha evitado condenar la invasión de Rusia y a principios de marzo manifestó su amistad “sólida como una roca” con Moscú.

Cálculo estratégico. “Los europeos buscan influir en el cálculo estratégico de los dirigentes chinos, resaltando el coste económico que sufrirán en caso de apoyo concreto a Rusia”, estimó Grzegorz Stec, del instituto alemán Merics, antes de la videoconferencia.

“Las reacciones alambicadas de China son una forma de estar del lado ruso sin pagar el precio. Sin mayor presión, aportará más ayuda a Putin”, afirmó el eurodiputado ecologista alemán Reinhard Bütikofer.

Pero la UE es prisionera de su fuerte interdependencia con Beijing: el bloque absorbe un 15% de las exportaciones del gigante asiático, que le suministra bienes manufacturados y componentes cruciales. 

China también compra un 10% de las exportaciones de la UE, siendo un mercado clave, especialmente para la industria alemana.

Bajo el impulso de Berlín, la UE y China firmaron a finales de 2020 un ambicioso acuerdo de inversiones.

Pero su ratificación está congelada por las sanciones de la UE para castigar los trabajos forzados en la región china de Xinjiang, negadas por Beijing, y las represalias del régimen comunista contra parlamentarios e investigadores europeos.

Y a ello se ha unido recientemente el bloqueo de China a las importaciones de Lituania después de que este país báltico permitiera la apertura de una representación oficial de Taiwán en este país.

“El peligro es que China ‘sobrevenda’ su neutralidad para obtener concesiones, como la reanudación de las negociaciones sobre el acuerdo de inversiones”, advierte Valérie Niquet, de la Fundación para la Investigación Estratégica.

Una idea “ilusoria”. El miércoles, de visita en Beijing, el jefe de la diplomacia rusa Serguéi Lavrov obtuvo una reafirmación de la amistad “ilimitada” de los dos países frente a Estados Unidos en nombre de un nuevo “orden mundial multipolar”, una visión que aviva la inquietud en Occidente ante la emergencia de un bloque “autoritario” hostil.

“La idea de desvincular China de Rusia es ilusoria: cuando la guerra en Ucrania se termine, la atención de Estados Unidos volverá prioritariamente y no con un espíritu amistoso a China, que por ello tiene interés en mantener su cooperación” con su vecino, opina Sylvie Bermann, exembajadora francesa en Moscú y Beijing.

China no es el único país de peso internacional que no condena a Moscú. Tampoco lo hacen India, Sudáfrica, Pakistán o Brasil.

Para Beijing, los europeos se han dejado arrastrar a un conflicto instigado por Washington que ha demostrado los puntos débiles de Occidente.

Ultradependiente del gas ruso, “Europa se puede haber disparado un tiro en el pie al unirse a las sanciones estadounidenses”, advierte el diario nacionalista chino Global Times, que rechaza vincular las relaciones Bruselas-Beijing con la crisis entre los europeos y Moscú por Ucrania.