—Siendo presidente, usted denunció “gran concentración y falta de pluralidad de los medios de comunicación impresos en manos de dos grandes consorcios históricamente vinculados a los poderes económicos y a la oposición”. ¿Sigue siendo igual la situación de la prensa escrita en Chile?
—Sí. Hay dos grandes conglomerados periodísticos, pero algunos gustan hablar de Pravda e Izvestia.
—¿Compara a los dos mayores diarios de Chile con los de la ex Unión Soviética porque ambos tienen la misma mirada de la realidad?
—La mirada de un pensamiento más de derecha. Mi mayor respeto por el pensamiento de derecha, pero… Hubo un par de medios que no fueron capaces de subsistir pero mientras existieron, implicaron un corrimiento del resto hacia el centro. Lo más complejo es que a veces se confunden los hechos con la interpretación de los hechos. Una cosa es poner el titular “Desbarrancó camión con catorce muertos como consecuencia”, que poner “Porque el camino estaba malo y el hoyo no estaba tapado, desbarrancó el camión”. Implica un juicio, pero usted cree que son hechos.
—¿El “Pravda” y el “Izvestia” de su país conforman para usted un oligopolio?
—Ellos dirán: “Nosotros no tenemos la culpa de que no entren más medios al ruedo”. De lo cual tienen razón.
—¿Los anunciantes prefieren diarios con pensamientos afines a ellos?
—Puede haber falta de emprendedores con una visión distinta. Puede deberse a que medios que han surgido no contaron con el favor de los avisadores. La radio es mucho más plural.
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