La historia reciente de Argentina y Sudáfrica se enlaza en la biografía de dos mujeres. Las argentinas Mary Burton y Claudia Bisso llegaron a la nación africana tras la huella de un sudafricano. La primera, una rosarina de 68 años, tenía 21 cuando arribó a un país del que poco sabía, enamorada de un empresario que conoció en Brasil.
Educada como pupila en un distinguido colegio de San Isidro, se convirtió en una de las líderes blancas que enfrentó al Apartheid, el sistema legal que por medio siglo segregó a la comunidad negra. Claudia, en cambio, llegó hace ochos años para trabajar con las secuelas de ese mismo régimen: los desaparecidos. Invitado por la embajada sudafricana en Buenos Aires, PERFIL encontró a las dos argentinas que luchan junto con Nelson Mandela.
Desde una organización de mujeres blancas de clase media acomodada, la Black Sash (Faja Negra), Burton denunció las atrocidades del Apartheid y dio apoyo a familiares de presos políticos a través de una red de defensorías barriales. Hospedó en su casa a los parientes de los detenidos negros en prisiones como las de Robben Island, que recorrían kilómetros para el reencuentro. “Algunos presos eran olvidados por sus propias familias”, recordó Burton, quien solía visitar las cárceles para hacerles compañía.
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