INTERNACIONAL

Las primeras cinco medidas de Dilma

Cuáles son los objetivos de la sucesora de Lula.

Dilma Rousseff, en una reunión de hoy con su flamante Gabinete.
| AFP

"Menos por más", es el lema de Dilma Rousseff en los primeros días en el poder en Brasil. En el discurso de asunción, la sucesora de Lula prometió reducir el gasto público, paliar la pobreza y mejorar la infraestructura de cara al Mundial 2014 y las Olimpiadas de Río de Janeiro en 2016, para lo que prevé privatizar aeropuertos. Recorte presupuestario, exenciones impositivas para que no suba el real y la política energética marcan sus primeros pasos.

Menos gasto. El recorte presupuestario es una de las principales preocupaciones de Dilma en las cuentas públicas. Su ministra de Planificación, Presupuesto y Gestión, Miriam Belchior, advirtió que la presidenta "escuchará cuidadosamente las preocupaciones del mercado" sobre el gasto.

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Belchior adelantó que la reducción del presupuesto se decidirá en enero. La prensa brasileña lo estima en U$S 15.000 millones, más de que esperaba el sector privado.

Más infraestructuras. Otra de las primeras medidas de Dilma Rousseff es una clara señal a los inversores privados: dispuso que sean empresas y no el Estado los que construyan más terminales en los dos aeropuertos de San Paulo, para 'atajar' la llegada masiva de turistas durante el Mundial 2014 y los Juegos Olímpicos de Río de Janeiro en 2016, según informó el diario Folha de Sao Paulo.

La medida, que debe ser ratificada por el Congreso, reducirá el congestionamiento de viajeros en los aeropuertos de Guarulhos (San Pablo) y Viracopos (Campinas), que son los de mayor tráfico aéreo. Dilma autorizó el inicio de conversaciones con las aerolíneas interesadas en la construcción y administración de las terminales, como TAM y Gol. Las empresas privadas administrarán las terminales durante 20 años.

De acuerdo al diario The Wall Street Journal, Brasilia espera una inyección de US$65.400 millones en la red de transporte del país entre 2011 y 2015, una cifra que duplica la inversión que se realizó durante el período 2007-2010.

Menos valor del real. Según adelantó el nuevo ministro de Desarrollo, Industria y Comercio Exterior, Fernando Pimentel, el gobierno de Dilma apuntará a evitar la sobrevaluación del real con un recorte de impuestos a los sectores exportadores más perjudicados. Es el caso del calzado y el textil.

Pimentel precisó que las exenciones sectoriales colaborará a determinadas ramas de la economía a sortear vicisitudes en los próximos años. "Con la quita, de alguna forma, el peso del pato se reduce y sube más rápido", explicó con una metáfora en declaraciones a la prensa. "La nueva mandataria está preocupada con el impacto del tipo de cambio en las exportaciones. El Gobierno no se quedará inerte ni pasivo mientras nuestra moneda se valoriza y perjudica a nuestra industria".

Más petróleo. Otra cuestión que Dilma tiene en su agenda son las cuantiosas reservas de crudo que Brasil halló en el Océano Atlántico. El ministro de Minas y Energía, Edison Lobao, anunció que en 2011 se realizará la primera subasta de bloques petroleros, indicó Folha de Sao Paulo.

Más energía. Lobao también deslizó que otra prioridad de la nueva administración son las insuficientes redes de energía para mantener la economía de la emergente potencia activa. De acuerdo a informes privados, las redes de transmisión no se corresponden con la expansión necesaria de la energía eléctrica y deber crecer en más de 6.000 kilovatios al año para satisfacer la demanda, señaló The Wall Street Journal.