Sergio Moro, actual ministro de Justicia del gobierno de Jair Bolsonaro, quedó en medio de fuertes cuestionamientos por su rol cuando era el juez de la operación Lava Jato. Una investigación de The Intercept difundió conversaciones hackeadas entre el fiscal del caso Deltan Dallagnol y el magistrado, algo prohibido por la Constitución y el Código Penal brasileño. Los archivos, revelados por una fuente anónima, demostrarían que Moro orientó las investigaciones del jefe de la operación Lava Jato al sugerir fuentes, aconsejar sobre el orden en el que debían desarrollarse las etapas del proceso y brindar pistas informales. Es decir, que de forma indirecta coordinó procesos que posteriormente debía juzgar.
“Moro recomendó al fiscal que cambiara el orden de unas etapas de la investigación, cobró agilidad en operaciones, dio consejos estratégicos y pistas informales de investigación y anticipó al menos una decisión, criticó y sugirió recursos al Ministerio Público y retó a Dallagnol como si él fuera un superior jerárquico de los fiscales y de la Policía Federal”, consignó el medio estadounidense. El artículo lleva la firma del periodista Glenn Greenwald, ganador del Premio Pulitzer que recibió en 2013 el Premio Perfil a la Libertad de Expresión Internacional por sus revelaciones sobre el espionaje de la Agencia de Seguridad Nacional de los Estados Unidos (NSA).
Las conversaciones entre Moro y Dallagnol demuestran que el actual ministro se entrometió en el trabajo del Ministerio Público
“La Constitución estableció el sistema acusatorio, en el cual las figuras del acusador y del juzgador no pueden mezclarse. En ese modelo, el juez debe analizar de manera imparcial los argumentos de acusación y defensa... Las conversaciones entre Moro y Dallagnol demuestran que el actual ministro se entrometió en el trabajo del Ministerio Público”, sentenció The Intercept .
El reportaje describió varios ejemplos de las conversaciones entre Moro y Dallagnol en los que el juez usa el "nosotros", por lo que el medio considera que estas expresiones "demuestran que se veía a sí mismo y a los fiscales de Lava Jato como un mismo equipo en la causa". También hablaron de las escuchas difundidas entre Lula y la ex mandataria Dilma Rousseff y el expediente del departamento del ex jefe de Estado en Guarujá.
Los motivos del ex juez
El accionar de Moro escondía otras intenciones más allá de poner fin a la corrupción en Brasil, según la investigación periodística. En el reportaje se sostiene que el entonces magistrado actuó para perjudicar al expresidente Luiz Inácio Lula da Silva, quien se encuentra en prisión por este expediente, y beneficiar de esta manera el triunfo de Jair Bolsonaro en las elecciones. Una vez llegó a ser jefe de Estado, lo compensó con un cargo en su gabinete.
"Una vez que Bolsonaro fue elegido presidente, rápidamente le ofreció a Moro, cuya decisión de luchar contra la corrupción había resultado en el bloqueo de la candidatura de Lula, una posición recientemente creada y sin precedentes poderosa como lo que ahora se conoce como el 'ministro de supercuyuza', diseñada para reflejar los poderes masivos conferidos a Moro (...) Que el mismo juez que encontró a Lula culpable fue recompensado por el vencedor oponente de Lula, hizo que incluso los partidarios de la investigación de corrupción de Lava Jato se sintieran incómodos, debido a la percepción obvia (real o no) de un quid pro quo", indicó la nota.
The Intercept también hace notar "la transformación de Moro, quien durante mucho tiempo insistió en que era apolítico, en un funcionario político que trabajaba para el presidente de extrema derecha elegido en la historia de la democracia de Brasil". "Esas preocupaciones aumentaron cuando Bolsonaro admitió recientemente que él también había prometido nombrar a Moro para un puesto de por vida en la Corte Suprema tan pronto como hubiera una vacante", agrega el informe.
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Respuesta. El ministro de Justicia respondió a las acusaciones en su contra al afirmar: "Sobre los supuestos mensajes que me involucrarían, lamento la falta de identificación de la fuente responsable por la invasión criminal de los celulares de los procuradores, así como la postura del sitio, que no entró en contacto (con nosotros) antes de la publicación, contrariando una regla básica del periodismo".
Moro consideró que en los mensajes que lo citan "en cuanto al contenido de los mensajes que me citan, no se vislumbran anormalidades o direccionamiento de mi actuación como magistrado, a pesar de haber sido sacados de contexto y a pesar de su sensacionalismo".
B.D.N./F.F.