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Libia: Los rebeldes temen por la escasez de agua ante el futuro del Gran Río Artificial

La inmensa canalización es una de las principales obras de Kadafi y abastece a las ciudades que hoy son un bastión del dictador. Alerta por su posible destrucción.

Kadafi, en 2002, durante una visita en la que inauguró la fase del río artificial que provee a Sirte.
| AFP

El régimen del dictador Muamar Kadafi parece ofrecer aún varios puntos de resistencia. Si bien Trípoli está ocupada por los rebeldes, Sirte -ciudad natal del mandatario libio- ofrece batalla contra los bombardeos de la OTAN. Sin embargo, Kadafi y sus leales tendrían un as en la manga: agravar la crisis humanitaria al dejar sin agua al país.

Éste sería el mayor temor para los insurgentes que buscan destronar el régimen autoritario existente desde hace 42 años. En Libia la mayor parte del territorio es ocupada por las calurosas arenas del desierto sahariano. Allí debió crearse una gigantesca obra hídrica para proveer de agua potable a la región. Se trata del "Gran Río Artificial" o como Kadafi lo llamó "El Gran Proyecto del Río Hecho por el Hombre" (The Great Man Made River Project).

La gran mayoría de las fuerzas, tanto rebeldes como leales, se trasladan por las zonas costeras de Libia, y es allí en donde llega la mayor provisión acuífera. El objetivo de Kadafi sería provocar la inmediata evacuación de la zona al dejar sin agua todo el territorio de su país, lo cual convertiría una obra que buscó aportar una mejor calidad de vida en un arma letal.

El "Gran Río Artificial" es una red de tuberías que provee agua al desierto del Sahara directamente desde más de 1.300 pozos, la mayoría de ellos de más de 500 metros de profundidad. Las ciudades de Trípoli, Benghasi, Sirte, entre otras obtienen gracias a esto 6.500.000 de metros cúbicos de agua dulce a diario. El costo total de proyecto está estimado en más de 25 mil millones de dólares. Contiene cerca de 12.000 km³ de agua subterránea disponible.

"El problema del agua es capital", señaló al diario El País Jeremy Nagoda, representante de la Unión Europea en Benghasi. "Lo advertimos hace dos meses y estamos desde entonces colaborando con el Consejo Nacional de Transición para tratar de dar seguridad en la zona y aprovisionar de combustible a las estaciones eléctricas para que no haya problemas en el suministro".

Este mar subterráneo de agua dulce fue descubierto en la década del '50 durante una exploración petrolera. El proyecto fue concebido en 1960 y fue finalizado en 1989.