INTERNACIONAL
Masacre en una universidad de EE.UU.

Los actos de heroísmo en Virginia Tech

Acciones como la del profesor que murió al bloquear la puerta de su clase para permitir a sus alumnos saltar por las ventanas y escapar del tirador, o el de un alumno que trancó una puerta y fue baleado en sus piernas, comienzan a conocerse tras la tragedia.

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Blacksburg - La masacre de Virginia Tech dio lugar a actos de heroísmo que comienzan a ser conocidos tras 48 horas de haber sucedido la peor masacre estudiantil en una universidad norteamericana. La historia del profesor que bloqueó, al precio de su vida, la puerta de su clase para permitir a sus alumnos saltar por las ventanas y escapar del tirador, es una de las más relevantes que se dieron a conocer hoy.

"El profesor que no temía la muerte", tituló este miércoles el diario USA Today cuando, dos días después de la masacre de 32 estudiantes y profesores en Blacksburg, en Virginia, se multiplicaban los testimonios sobre la personalidad de las víctimas y de lo que hicieron para tratar de escapar.

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La historia de Liviu Librescu, de 76 años, un sobreviviente del Holocausto, ciudadano israelí de origen rumano, se la repetían entre los cadetes en uniforme militar de Virginia Tech como la de un héroe mientras esperaban tocar el himno nacional para la ceremonia de homenaje a las víctimas.

" Me contaron que había sido muy valiente. No sobrevivió", dijo uno de ellos con admiración. Cuando escuchó disparos en el edificio Norris Hall, Liviu Librescu, que estaba dando una clase de ciencias mecánicas, fue a bloquear la puerta del aula para dar tiempo a sus alumnos de saltar por las ventanas del primer piso.

"Creo que sin él yo no estaría acá", dijo Caroline Merrey, una estudiante de 22 años que fue hospitalizada tras saltar por la ventana, al diario local The Roanoke Times.

La mujer del profesor, Marlena Librescu, recibió muchos correos de estudiantes en los que le contaban el acto de heroísmo de su marido.  Al parecer, Liviu Librescu murió por una bala disparada a través de la puerta por Cho Seung-Hui, el estudiante surcoreano de 23 años que entró a las clase de francés, alemán, ingeniería e informática para provocar una matanza entre personas que no conocía.

También hubo estudiantes que se plantaron detrás de las puertas de las aulas. K evin Sterne fue uno de ellos. Está hospitalizado de gravedad tras haber bloqueado el acceso al asesino y recibido dos balas en la pierna, una de las cuales le perforó una arteria, según un diario local.

Sterne, un ex boy-scout, se hizo un torniquete en el muslo con un cable mientras el asesino, que ya había acribillado a los alumnos de la clase, intentaba regresar empujando la puerta.

Para muchos, la matanza fue tan rápida e irreal que algunos sobrevivientes no se dieron cuenta hasta más adelante haber recibido un balazo.

" Disparó contra el profesor y se puso a disparar contra nosotros. En un abrir y cerrar de ojos, la situación se volvió una pesadilla", dijo el estudiante surcoreano Park Chang-Min, en su cama de hospital. "Ni siquiera me di cuenta que una bala me había rozado el pecho y el brazo", añadió.

Otro estudiante, Derek O'Dell, también se dio cuenta más tarde que había sido herido en el brazo. "Era muy rápido para recargar, diría que estaba entrenado", indicó.

El tirador, vestido de negro y armado con dos pistolas, una de ellas semiautomática, había tomado el recaudo de bloquear desde adentro las puertas de salida del edificio con cadenas.