Con el objetivo de asegurar sus intereses en el espacio, el gobierno de George W. Bush reformuló su política en el cosmos. De acuerdo a un artículo publicado por el diario The Washington Post, el presidente norteamericano firmó un programa por el que se negará el acceso al espacio a todos los países que se enfrenten de manera “hostil” a los intereses de los Estados Unidos.
El documento rechaza también los acuerdos de control de armas que pudieran limitar la libertad de movimiento de los Estados Unidos en el espacio. “La amplitud de acción en el espacio es para los Estados Unidos tan importante como en el mar y en tierra”, dice el documento sobre la “Política Espacial Nacional”.
La política interplanetaria de los norteamericanos fue reformulada por primera vez en diez años y esa determinación refleja el hecho que el espacio ganó importancia tanto para la economía estadounidense como para la seguridad interior, según confirmó el portavoz del Consejo de Seguridad Nacional.
El matutino destacó que el área militar norteamericana es cada vez más dependiente de los satélites de comunicación y navegación, al igual que los operadores de telefonía móvil. Por eso la nueva política espacial no tiene como objetivo desarrollar o instalar allí sistemas de armas, según destacó un alto funcionario del gobierno al Washington Post.
Sin embargo, los expertos temen que pueda crecer la desconfianza internacional respecto de los Estados Unidos, ya que la nueva política espacial no fue dada a conocer oficialmente: se firmó el viernes 6 de octubre y trascendió esta semana merced a la nota del diario norteamericano.