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Los rebeldes prorrusos en Ucrania no aceptan el acuerdo Moscú-Kiev

Fe. El ocupante rebelde de un edificio público en Ucrania.
| AFP
afp / ap / ansa
Desde Donetsk
Tras el acuerdo del jueves entre Ucrania, Rusia, Estados Unidos y la Unión Europea (UE), los rebeldes prorrusos condicionaron ayer el desalojo de los edificios públicos que ocupan en el este del país a la renuncia del gobierno “ilegal” de Kiev y exigieron que se celebre un referéndum antes de deponer las armas. El vicecomandante de la “milicia popular” de la República de Donetsk, Serghiei Tsipliakov, dijo que sus hombres aceptarán un acuerdo sólo si se realiza una consulta popular que defina el estatus de Donetsk y Lugansk, vía que daría soberanía a la zona y podría desembocar en la anexión a Rusia.
El presidente interino ucraniano, Olexandre Turchinov, y su primer ministro, Arseni Iatseniuk, prometieron ayer a los rebeldes una importante descentralización y un “estatuto especial” para la lengua rusa en las regiones de Ucrania oriental, donde estallaron las protestas separatistas.
Sin embargo, los hombres que ocupan edificios públicos y comisarías en el este de Ucrania pidieron ayer la liberación de todos los militantes arrestados y la desmilitarización del grupo nacionalista armado Pravy Sektor, que participó de las protestas que derrocaron al ex presidente Víktor Yanukóvich. “En caso de que las autoridades de Kiev respeten el acuerdo de Ginebra, entonces también nosotros lo haremos”.
Los separatistas prorrusos de la “República de Donetsk” no se sienten vinculados por el acuerdo porque “no fue firmado por ellos”. Kiev, por su parte, no deposita esperanzas “ilógicas” en el acuerdo, declaró el premier Iatseniuk en el Parlamento. Mientras tanto, la tensión creció ayer cuando la vocera de los servicios secretos de Kiev (SBU), Marina Ostapenko, informó que la operación militar contra los rebeldes prorrusos en el este de Ucrania “proseguirá” hasta que “los terroristas dejen” el territorio. Los uniformados eliminaron ayer un retén de los insurgentes de la ciudad de Kramatorsk en un enfrentamiento que dejó heridos, y los servicios secretos ucranianos retomaron el control de la estación de televisión de Kramatorsk-Sloviansk, ocupada por rusófonos armados que habían bloqueado el acceso a los canales ucranianos