Los talibanes afirmaron ayer que controlan el 85% del territorio de Afganistán, incluidos dos importantes pasos fronterizos con Irán y Turkmenistán, tras una ofensiva de dos meses contra las fuerzas de Kabul aprovechando la retirada militar de Estados Unidos.
En una rueda de prensa en Moscú, una delegación talibán afirmó controlar un 85% del territorio afgano y 250 de sus 398 distritos, un dato que no puede ser verificado de forma independiente.
“Si los talibanes controlan una proporción tan grande del territorio, ¿por qué sus líderes viven en Pakistán y no pueden venir a Afganistán?”, reaccionó Fawad Aman, portavoz del Ministerio de Defensa. “¿Por qué envían a sus combatientes muertos o heridos a Pakistán?”, añadió.
Las fuerzas afganas, ahora sin el crucial apoyo aéreo estadounidense, han perdido mucho terreno, pero aseguraron ayer haber hecho retroceder a los talibanes de Qala-i-Naw, en el noroeste del país, la primera capital de provincia, la de Badghis, atacada por los insurgentes desde el inicio de su ofensiva.
Los combatientes talibanes atacaron también una prisión en las afueras de Kandahar, la principal ciudad del sur de Afganistán, su antiguo bastión. “Los combates continúan y hemos desplegado refuerzos, incluidas las fuerzas especiales, para despejar la zona”, dijo el portavoz de la policía de Kandahar, Jamal Naser Barekzai.
El país atraviesa “uno de los episodios más complicados de la transición”, reconoció el jueves el presidente afgano, Ashraf Ghani.
Ismail Khan, un conocido señor de la guerra cuya milicia ayudó a las fuerzas estadounidenses a derrocar el régimen talibán en 2001, prometió tomar las armas contra los talibanes. “Pronto iremos al frente y, con la ayuda de Dios, cambiaremos la situación”, dijo en una conferencia de prensa en Herat.
La retirada de EE.UU. El secretario de Defensa de Estados Unidos, Lloyd Austin, pidió ayer mayor presión internacional para forzar un acuerdo entre el gobierno de Kabul y los talibanes y poner fin al conflicto en Afganistán.
“La situación de seguridad en Afganistán reclama más presión internacional para llegar a un acuerdo político negociado, poner fin a este conflicto y darle al pueblo afgano el gobierno que quiere y merece”, tuiteó Austin. “El mundo entero puede ayudar si se da ese impulso”.
El jefe del Pentágono no especificó a qué países estaba instando a asegurar un acuerdo, luego de un año de conversaciones infructuosas en Doha entre Kabul y los talibanes. Pero se cree que Pakistán tiene una influencia significativa sobre los insurgentes.
El jueves, el presidente de Estados Unidos, Joe Biden, anunció que la misión militar estadounidense en Afganistán terminaría el 31 de agosto, casi 20 años después de su inicio. Afirmó que no era “inevitable” que el país cayera en manos de los talibanes, y dijo que las autoridades afganas tenían “la capacidad” de garantizar la continuidad del gobierno.
Sin embargo los talibanes tienen ahora un conjunto de territorios que se extiende desde la frontera iraní, en el oeste, hasta la frontera con China, en el noreste, y aseguran haber tomado dos grandes pasos fronterizos, primero el de Islam Qala, el más importante con Irán, y luego el de Torghundi, con Turkmenistán, ambos en la provincia afgana de Herat, en el oeste del país.
Según el portavoz del Ministerio del Interior, Tareq Arian, las fuerzas afganas intentan ahora retomarlos. Por Islam Qala pasa la mayor parte del comercio legal entre Afganistán e Irán.
“Cuanto antes, mejor”. Por su parte, una vocera de la cancillería rusa, María Zajárova, dio que los talibanes “controlan actualmente cerca de dos tercios de la frontera con Tayikistán. Hacemos un llamamiento a las partes implicadas en el conflicto interafgano para que den muestras de moderación y eviten que las tensiones se extiendan más allá de las fronteras del país”, añadió.
Las fuerzas afganas han perdido mucho terreno, especialmente en las zonas rurales, y los talibanes están cercando las principales ciudades, como Herat. Suhail Shaheen, un portavoz talibán, dijo que buscan “un acuerdo negociado” y no creen “en el monopolio del poder”, pero parecen tener poco interés en las negociaciones con el gobierno, actualmente estancadas.
Los talibanes también acogieron con satisfacción el anuncio de Biden. “Cuanto antes mejor, para la salida de las tropas estadounidenses y extranjeras”, reaccionó Shaheen.