“La solidaridad para un mundo pospandemia” como encabezado de esta edición del L 'Osservatore Romano en lengua española anticipa la singularidad, oportunidad y relevancia del mensaje central del Papa Francisco en esta semana. El mismo hace referencia a su homilía en la Catequesis del miércoles 2 de septiembre, dedicada al tema de la solidaridad y que se transcribe en forma completa en esta edición.
Retomando las audiencias generales con la presencia efectiva de fieles, el Pontífice continuó con la serie de mensajes bajo el lema “Sanando al mundo en tiempos de pandemia”.
En esta quinta catequesis, esta vez ofrecida desde el atrio de san Dámaso en el Palacio apostólico vaticano, el Papa Bergoglio expresó que: “La pandemia actual ha puesto de relieve nuestra interdependencia: todos estamos vinculados, los unos con los otros, tanto en el bien como en el mal. Por eso, para salir mejores de esta crisis, debemos hacerlo juntos. Juntos, no solos, juntos. Solos no, ¡porque no se puede! O se hace juntos o no se hace. Debemos hacerlo juntos, todos, en solidaridad. Hoy quisiera subrayar esta palabra: solidaridad”.
Luego, y ampliando el concepto central, el Santo Padre dijo que: “La palabra solidaridad está un poco desgastada y a veces se la interpreta mal, pero es mucho más que algunos actos esporádicos de generosidad. ¡Es más! Supone crear una nueva mentalidad que piense en términos de comunidad, de prioridad de la vida de todos sobre la apropiación de los bienes por parte de algunos”. Finalmente, en su mensaje semanal exhorto en relación con la solidaridad a considerarla como un camino necesario de estos tiempos de pandemia. Lo hizo enfatizando que: “O vamos adelante con el camino de la solidaridad o las cosas serán peores. Quiero repetirlo: de una crisis no se sale igual que antes. La pandemia es una crisis. De una crisis se sale o mejores o peores. Tenemos que elegir nosotros. Y la solidaridad es precisamente un camino para salir de la crisis mejores, no con cambios superficiales, con una capa de pintura así y todo está bien. No. ¡Mejores!”
Con el mismo sentido de actualidad en estos tiempos de pandemia mundial, se destaca en este ejemplar, el mensaje del Sumo Pontífice en ocasión de la “Jornada mundial de la oración de la creación”. En el mismo, que se transcribe en forma completa en las páginas 9 y 10 de esta edición del periódico de la Santa Sede, Francisco renueva su llamamiento para «cancelar la deuda de los países más frágiles ante los graves impactos de la crisis sanitaria, social y económica que afrontan tras el Covid-19». Se trata de un gesto de «justicia restaurativa», explica el Pontífice en un mensaje difundido en la mañana del martes 1 de septiembre que toma como referencia bíblica el texto del Pentateuco: «Declararéis santo el año cincuenta y promulgaréis por el país liberación para todos sus habitantes. Será para vosotros un jubileo» (Lv 25,10). El mensaje, escrito en tono profético y ecuménico, está enmarcado dentro de cinco ejes temáticos temporales: 1) Un tiempo para recordar, 2) Un tiempo para regresar, 3) Un tiempo para descansar, 4) Un tiempo para reparar y 5) Un tiempo para alegrarse.
Como es habitual, se transcribe el mensaje pontificio correspondiente al tradicional Ángelus dominical en donde el Papa Francisco hace un llamamiento al «diálogo constructivo y al respeto de la legalidad internacional» para garantizar la paz de los pueblos del Mediterráneo oriental. Al finalizar la oración del domingo 30 de agosto, recitado con los fieles reunidos en la plaza de San Pedro —respetando las medidas de seguridad en vigor para contener los contagios de coronavirus— y con los que desde distintas partes del mundo le seguían a través de los medios de comunicación, el Pontífice ha expresado sus preocupaciones por las crecientes tensiones en la zona y ha deseado el final de los conflictos. Anteriormente, el Pontífice había dedicado su reflexión introductoria al pasaje evangélico de la liturgia dominical (Mateo 16, 21-27), en el cual Jesús indica a los discípulos el camino de la cruz.