" Al pedir perdón asumo al mismo tiempo que soy el presidente que Paraguay eligió para promover el cambio sin retorno y ese cambio no se detendrá", aseguró hoy el presidente paraguayo, Fernando Lugo, en una conferencia de prensa en el palacio de gobierno en Asunción.
El ex obispo se refirió a las denuncias sobre su paternidad que parecen no dejarlo en paz, y explicó: "De ninguna manera permitiré que estas circunstancias afecten el desarrollo nacional". Además, reconoció: " No fue mi intención ofender a nadie. Pero si alguien se ha sentido molesto o agraviado por esta situación, a mí no me cuesta pedir perdón cuando reconozco que he faltado a la Iglesia, al país, a los ciudadanos, a los que han depositado la confianza en mí"
"No dejaré al pueblo paraguayo sin la relevación de la verdad cuando ella sea esclarecida, ni me escudaré de juzgar cuando llegue el tiempo expresado. Creo que más por la tormenta de versiones a mi persona he decidido responder con la prudencia que no es lo mismo ocultar información o eludir", dijo. Además, acalaró que “asumirá todas las responsabilidades de las citaciones que le conciernen”.
Luego de sus disculpas públicas, Lugo prefirió hablar de política y de la crisis mundial que, según él, es la que no le permitirá cumplir con los planes originales de su gobierno: "(Esos planes) los hemos hecho sin tener en cuenta el gran acontecimiento de la crisis económica mundial. Muchos de los indicadores que nos hemos propuesto no los vamos a lograr, como no los va a lograr ningún país, empezando por la economía más poderosa del mundo", alegó.
La pregunta de los periodistas presentes en la conferencia que más inquietó al presidente fue sobre su posible renuncia: "Las personas que apostaron al cambio creyeron en él y la renuncia no está en mis planes", respondió rotundo y anunció: "Ante los rumores de inestabilidad y de conspiración, este proceso no sufrirá retroceso hasta el 15 de agosto de 2013 cuando estaremos entregando a nuestro sucesor la banda presidencial"